12.6.07

Yo lo hago en 20 minutos... y tú?


Lo reconozco. Soy muy pesado con ciertas cosas, básicamente con aquellas que me importan. Ya en otras ocasiones he escrito sobre cómo la administración, en continuos brindis al sol, convoca, cuando no ordena, multitud de proyectos y convocatorias que vienen cargadas de grandielocuentes y altisonantes objetivos, pero sin recursos, no sólo económicos, que en muchos casos pudieran ser sobrellevados con un poco de imaginación, sino sobre todo con una falta total de recursos humanos, lo que cada vez hace que el profesorado se encuentre sobresaturado de trabajos adicionales a su labor diaria de aula.

No quiero con esto decir que el trabajo del maestro deba reducirse sólo al que realiza en el espacio concreto de su aula; pero tampoco podemos pretender que el maestro sea animador lector en la biblioteca, profesor de educación vial en el patio, artista plástico en el salón de actos, mediador familiar en la tutoría, y todo ello en su jornada de trabajo.

Está muy bien, y es necesario, que la escuela sea un núcleo dinamizador de la sociedad en la que se encuentra, pero para ello no basta la buena voluntad del profesorado. Hacen falta recursos económicos y humanos y cualquier propuesta que se haga debe venir acompañada de estos dos elementos.

Hace un mes, más o menos, nos llegó al centro el borrador de la convocatoria de Proyectos Lectores. Sus objetivos, ya lo dije antes son magníficos y no los vamos a enumerar. Por supuesto el proyecto, como casi siempre, es voluntario, lo que hace que la educación sea igual para todos... los que lo solicitan o acceden al cupo establecido de centros en los que se implantará. Y lo mejor del caso es cómo se va a hacer en el día a día, en ese espacio en el que se mueve El Pizarrín.

Luego de enumerar cómo debe hacerse el proyecto, la inevitable burocracia del papeleo, y de las comisiones que valorarán los proyectos, etc.. se nos presentan las características del coordinador del proyecto, al que se le otorgan funciones como "...participación implicación del profesorado en la elaboración e implementación del proyecto lector y del plan de uso de la biblioteca escolar...coordinación con las personas responsables de la delegación provincial...detección y propuestas de líneas de trabajo...". Y claro para todo ello dispondrá de "...el horario destinado a atender el cuidado y vigilancia de los recreos, así como el horario no lectivo de obligada permanencia en el centro, sin perjuicio de su asistencia a las reuniones que correspondan...".

Para los neófitos en la organización escolar, diremos que el tiempo de recreo es de 30 minutos diarios, de los que hay que descontar el tiempo que tardan los alumnos en recoger y sacar los bocadillos, y bajar al patio. Dejo a la elección del futuro coordinador visitar los baños del centro y/o prepararse/tomarse un cafetito de mediodía. Nos quedaría un total de 20 minutos para el Proyecto lector. En fin, en otras cosas también, dicen, tardamos 20 minutos y nos quejamos menos. ¿O tal vez no?


P.D..-

1.- ¿Quiere decir esto que no es necesario vigilar los recreos? Hay que recordar que los Coordinadores de Coeducación disponen de este horario para esa labor.

2.- En las horas de obligado cumplimiento en las que hay reuniones de Ciclo, Tutorías, preparación de materiales y formación, si es obligado asistir a ellas, ¿cuánto tiempo dispongo para el Plan Lector?

Anda, 20 minutos como cuando...

1 comentarios:

Maria dijo...

Ayyy Pepe! Menos mal que ya tienes encima las vaciones! De todas formas, si te cuento lo bien que viven los profesores en Irlanda, lo mismo te mudas de país aunque te quedes sin nuestro Cádiz....
Un saludo!