31.3.07

Disparates

Como creo que en Vacaciones hay tiempo para casi todo, aquí os dejo una presentación de disparates para reir. Seguro que alguno parecido hemos puesto alguna vez.

Vacaciones.


Ayer cogimos, o nos dieron, las vacaciones de Semana Santa, que bien mirado viene a ser una de esas semanas "blancas" que se toman en algunas localidades y/o países.Sin embargo estas vacaciones, como las de Navidad, suponen sólo un mero alto en el camino, una pequeña parada para reponer fuerzas y continuar hasta la verdadera meta que son las vacaciones de verano que, como la llegada de los Reyes en Nochebuena, ya se vislumbran tras el olor a incienso, el sonido de las bandas sonoras interpretando marchas procesionales tras los pasos, y las riadas de penitentes cortados por el patrón multicolor de cada cofradía.¡Vacaciones!Realmente esta palabra, dentro del gremio docente, tiene un carácter completamente distinto al del resto de grupos de trabajo. El oficinista tendrá que compartir su ordenador con el escaso sueño del compañero que rindió su estación penitencial allá a las tantas de la madrugada; el ama de casa tendrá que sustituir el café con las amigas por el colacao en casa con unos niños y/o adolescentes que no querrán levantarse;el abuelo podrá dejar sus actividades del centro de mayores y salir con los nietos a contar cómo era el sol de la semana santa de antes; y los maestros ... Los maestros saldremos al sol de primavera intentando guardar un trozo del mismo para que brille dentro de nosotros el primer día de vuelta a clase, para que al tocarlo en la soledad de la hora de exclusiva te abra la postal anhelada del sol de verano, el de las vacaciones de la infancia, el sol que marca nuestros calendarios.

Os deseo unas vacaciones plenas.

29.3.07

Evaluaciones

Hoy hemos repartido los boletines, las notas, en mi colegio. Es, sin duda, uno de esos días en que los colegios cobran una vida inusitada, aunque no por ello menos esperada.

Por un lado los hermanos pequeños pululan por todos sitios con mirada abierta y expectante de lo que allí suceda. Las escaleras se llenan de voces, formas y olores desconocidos el resto del trimestre. Los niños y niñas se alternan en el subir y/o bajar las escaleras procurando escurrir el bulto lo más posible. Los maestros y maestras cruzan los patios saludando y poniendo, en muchos casos, una sonrisa forzada ante aquellos con los que no desean mantener más contacto que el estrictamente necesario, y abren su aula mirando alrededor con mirada escrutadora, analizando el tiempo que les llevará la entrega, si ha venido tal o cual familia, etc...

En estos días uno se siente distinto, menos parte del centro y más parte de la administración. A lo mejor necesita un NM.

28.3.07

Alternativas

Como me imagino que vuestros centros sólo instalan el Guadalinex, os dejo un enlace para poder encontrar alternativas (software libre también) a usar con el Windows.
Pinchad aquí. Un saludito y buena semana.

24.3.07

La lejanía del que no quiere ver

PRIMERO COGIERON...
Primero cogieron a los comunistas,
y yo no dije nada por que yo no era un comunista.
Luego se llevaron a los judíos,
y no dije nada porque yo no era un judío.
Luego vinieron por los obreros,
y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista.
Luego se metieron con los católicos,
y no dije nada porque yo era protestante.
Y cuando finalmente vinieron por mí,
no quedaba nadie para protestar.
(Bertolt Brecht)

Muchas veces hemos oído este poema, pero a lo mejor no lo hemos leído. Lo dejo aquí porque aunque han pasado muchos años desde que se escribió tiene toda la vigencia de entonces.
Justo enfrente de mi trabajo, se encuentra el IES Virgen del Carmen. En las últimas semanas dos profesores han sido expedientados y apartados de su trabajo. Desconozco las razones y sólo puedo hablar de tercera mano. No obstante me acordé del poema porque aún no escuché a nadie apoyarlos, preocuparse del por qué, preguntarles cómo están. Saber que uno de ellos es ciego y pensar que todas las trabas que ha tenido que superar para llegar a impartir clases en un centro docente vuelvan a ponérsele por delante, me causa un dolor grave en lo interior. ¿Cumplió la administración su función de orientar y asesorar a personas con poca experiencia respecto a su trabajo? ¿Cumplieron (cumplimos) sus compañeros con estos dos profesores ayudándoles y mostrando su unidad con ellos?

Algo huele a podrido en Dinamarca, decía otra frase famosa, sólo que en este caso Dinamarca está cruzando la vía.

23.3.07

Dioses

A veces, cada vez con más frecuencia me temo, otorgamos capacidades sobrehumanas a estos cachivaches de las nuevas tecnologías que, en cierto modo, han venido a sustituir el papel de los antiguos dioses caprichosos a cuya voluntad se plegaban los elementos de la naturaleza y la naturaleza del hombre. Sinceramente me hubiese gustado más vivir entre la sorpresa de encontrarme a Zeus, o a Venus, esperándome en casa para castigarme que sentarme ante la pantalla del ordenador a ver qué me ha deparado el destino.

Viene esto a cuento de la publicación de los destinos provisionales del concurso de traslados en la mañana de ayer. ¡Qué espectáculo notar la lentitud de la red ante la sumisión de miles de sedientos maestros y maestras pendientes de su destino! Destino que nunca se achacará, en un primer momento, a un ser físico sino que esa pantalla, ese documento frío sobre el LCD, adquirirá caracter de oráculo y lo interpretaremos según nos convenga.El signo de los nuevos tiempos.

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Coincide en el tiempo la oferta de plazas de empleo público publicadas por la Junta de Andalucía, las oposiciones para entendernos.

Desde que tengo uso de razón este tema siempre ha estado, por motivos familiares, muy cercano a mí. Y nunca entendí por qué al obtener una plaza, en un concurso-oposición, no se adjudicaba directamente un destino acorde con el número de escalafón obtenido en ese proceso. Es, a todas luces, más económico, otorga mayor estabilidad a las plantillas al no tener que ir cambiando los primeros años de experiencia de centro en centro, otorga mayor estabilidad familiar porque no estás seis o siete años dando vueltas para al final ir allí donde acaba una carretera. Pero parece que todo el mundo asume esta forma de trabajar y que en las ciudades grandes los maestros/as seamos gente con muchos años de servicio, y de los otros, a nuestras espaldas y en los pueblos alejados y en destinos difíciles, las plantillas sean de una inestabilidad sonrojante. En fin, el signo de los viejos tiempos.

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¿Cómo se sacará una plaza para el Olimpo?. ¿Habrá ordenadores allí que marquen el destino de los dioses? ¿Nos darán los dioses algún signo de los tiempos nuestros?

20.3.07

Blogs y Constructivismo

Como esto de los blogs es algo novedoso, al menos para mí, os pongo aquí un enlace para que leáis, si os apetece, un artículo muy interesante sobre el uso pedagógico de los Blogs, y demás nomenclaturas, desde una perspectiva constructivista. ¡ Ánimo, es Lunes y podéis!

19.3.07

Aromas.


Nuestra mente es un enorme cajón de recuerdos de los que muchas veces no sabemos que están ahí, y sólo cuando un estímulo exterior nos los hace presentes, nos retrotraemos al momento en que dicho estímulo se nos quedó grabado.

Las habitaciones, los lugares, las personas, tienen un aroma especial y particular, cada una el suyo. Cada aroma que nos llega, cada lugar que visitamos y nos recibe con su olor particular, se nos queda dentro de ese gran disco duro que lleva nuestra memoria, o bien nos devuelve a ese mismo sitio pero en otra circunstancia, en otro tiempo.

Si cerrásemos los ojos, podríamos oler nuestras antiguas aulas del colegio. Olor a lápiz Alpino, a virutas de lápiz derramadas alrededor de la papelera junto a la puerta, guardando un misterioso y estable orden de colores, formando una abigarrada y olorosa paleta. Olor a goma Milan de nata, circunscribiendo los cuadernos y los lápices en un archipiélago inventado de quita y pon. Olor a colonia de niño y a libros nuevos. Olor a pasillo vacío cuando el maestro nos dejaba ir al servicio durante la clase. Olor a nuestra infancia, encerrada en el papel de estraza que envolvía nuestros bocadillos. Olor a la tiza prohibida que quemaba en nuestras manos al escribir en la pizarra “Juanito cabezón” o “Pedro y Ana”, mientras el maestro estaba fuera. Olor a trompo, a lima, a juegos olvidados. Y es que a veces el olor queda y la vida se va.

16.3.07

Jugar (y reir)

Me parece que no predico con el ejemplo y estoy dándole un tono muy serio al Pizarrín, así que vamos a cambiar un poco el color de la tiza y ahí os dejo unas fotos, de esas que te llegan en Internet, para que os riáis un poco, que es Viernes y la risa apetece.



(El inglés ayuda un poco)

Jugar

A propósito de la entrada anterior uno, se hace planteamientos y a la vez que las escribe, reflexiona sobre el hecho de cómo el juego se desarrolla en los patios de nuestros colegios. Así que revisando entre los libros de la estantería, fuí a por unas fotocopias de un libro interesantísimo que el filósofo Johan Huizinga publicó en 1938 y que hace muchos años un compañero, más leído que yo, me dejó. Ese libro, Homo Ludens planteaba la cultura como una consecuencia del juego. Ello me lleva a poner sobre el pizarrín si en verdad no estaremos trabajando en nuestras escuelas una cultura ajena al juego y por tanto, siguiendo a Huizinga, no estaremos haciendo que el juego desfallezca en los patios debido a eso. Tampoco soy un experto en filosofía y a lo mejor meto la pata. Por si acaso esto os hace pensar, termino con una cita del libro: "Todo lo que en la poesía se va reconociendo poco a poco como cualidad consciente: belleza, carácter sacro, poder mágico, comienza por estar dentro de la cualidad primaria del juego."

13.3.07

Juego y Educación

Nuestros siglos, el pasado y éste, han dejado de lado lo lúdico, en su sentido más estricto, y lo han sustituido por una construcción (reconstrucción quizá) más coherente de la experiencia. Influidos, tal vez, por el imparable auge de las nuevas tecnologías y de la economía globalizada de mercado, han procurado apartar de los colegios el azar, lo inesperado, la improvisación, en un intento de borrar aquello que aterra a los que configuran los planes educativos, impregnados de un positivismo que elimina de un plumazo aquello que dificulta su visión “plana” de la realidad.

El juego siempre ha sido una necesidad en nuestras escuelas, una entrada de los niños y niñas en un mundo, real y paralelo al suyo propio, que dinamizaba las relaciones humanas y las llevaba a convertirse en una fiesta de lo “inútil”, de lo “sin sentido”, pero que inevitablemente contribuía a erradicar la soledad y la agresividad de los patios de nuestros centros y, como he dicho en otras entradas del blog, a crear un modelo de sociedad a escala que preparaba a los “ciudadanos” de la misma para el futuro.


Viene esto al hecho de que hoy, durante el recreo, me he dedicado a contar a los niños y niñas que jugaban (exceptúo el fútbol). Conté unos 50. En el patio había como el doble sentados al sol con 7 o 10 años, machacando pequeñas videoconsolas o charlando en pequeños corros de preadolescentes.

¿Sabremos enseñar a jugar? ¿No nos estaremos conformando con compartir/impartir esa visión positivista de la que antes hablábamos?

12.3.07

Flojera de Lunes

Hoy es Lunes. Sí, ya sé que es una obviedad pero andaba flojo y no me apetecía escribir el par de ideas que me rondaban por la cabeza, así que os he añadido algunos enlaces en la barra lateral para que accedáis a ellos si os apetece.

11.3.07

10, 11, Mañana será 12

Ayer fue 10 de Marzo. Y hubo manifestación. Hoy ha sido 11 de Marzo y ha habido recuerdo y algarada ante un cilindro de cristal que no deja ver su interior y que se levanta en recuerdo de unas víctimas, que ayer eran de un tipo hoy de otro y en medio de la tarde no se sabía quién era víctima de quien.

A lo mejor esa opacidad del cristal no es sino una alegoría del estado en que vivimos.

7.3.07

Grillos y Grillas.

Tenía que ir a la escuela, que aún era Jueves. Unas clases me gustaban y otras no. Las de Don Paco, sí, ésas sí. Don Paco sabía mucho, sabía números, palabras, palabras en latín, distinguir los grillos de las grillas y encender fuego con dos piedras. Aquella mañana, le pregunté:

- Don Paco, ¿qué hay que hacer para aburrirse?.
- No lo sé – dijo Don Paco -, a mí también se me hace difícil.
Y como era mañana de sol, nos bajó a la playa de Barlovento, y allí, escribiendo con un palo en la arena, explicó otra vez eso de la “h”, que se escribe pero no se pronuncia.

A media clase empezó a subir la marea
.”

Juan Farias, Los caminos de la Luna, Colección Sopa de libros, Edit. Anaya, 1997, Página 18.

A veces se encuentra uno, sin sospecharlo, con una grata sorpresa. Andaba entre bolas azules, verdes, marrones y amarillas de plastilina, aplanando por aquí y extendiendo por allá la rugosa, y siempre olorosa, superficie de los mapas que los niños y niñas de una de mis clases estaban haciendo para celebrar el día de Andalucía. Casi por error me fijé en un montón de libros uniformes, que se hacinaban sobre un desvencijado armario, resto anterior al Plan de 1971.

Casi nunca me dirijo a este tipo de material que las múltiples editoriales fabrican, recalco fabrican, porque la experiencia me dice que cuando te traen a clase 25 libros iguales, de colecciones con nombres altisonantes, supuestamente didácticos, la calidad suele ser un elemento accesorio. Nunca he creído que 20 o 25 personas deban hacer lo mismo, en el mismo tiempo y en el mismo lugar, mucho menos si ese algo es leer. Pero, queramos o no, así funcionan muchas clase de lengua y literatura hoy día.

No obstante la estabilidad de los libros peligraba, así que decidí ejercer de peón albañil y volverlos a su equilibrio abandonado sobre el prediluviano armario. Y ya puestos quise averiguar qué era aquello. Miré la portada. Un tópico abuelo y una infantil figura asexuada junto a él, con un mar de carboncillo de fondo. En fin, lo de siempre, pensé.

Casi por arte de birlibirloque las bolas de plastilina, el Guadalquivir y la Sierra de Aracena, parecían haberse enganchado al ritmo evolutivo de su propio devenir en plastilina y la presencia del maestro se había hecho prescindible por unos momentos. Abrí el libro. Una cita de Guillermo, sí, Brown, el que muchos leímos tarde cuando los proscritos ya no podíamos ser nosotros. Bueno, seguiré. Siguiente página. Poco texto y dibujos muy bonitos a carboncillo (olvidé citar a la autora de los mismos Alicia Cañas Cortázar). Leí algo y me enganchó. Ahí arriba os dejé un ejemplo. Y cuando terminé de leer, una sorpresa más. El autor deja reseñado, aquellos libros y personajes, que como Guillermo, influyeron en él.¡Tantas coincidencias!

Hacía mucho tiempo que ningún libro para la literatura infantil y juvenil “oficial”, me llenaba tanto. Fue capaz de llevarme a otros tiempos pasados, a hacerme recordar olores, ruidos, dolores de rodillas desolladas y de ruido de niños, contigo dentro, recorriendo calles empedradas a eso de la media tarde.

Hoy llega uno a las clases y las preguntas no son cómo aburrirse, sino qué hacer fuera del uso de artilugios electrónicos. Léase TV y video consolas. Probablemente tengamos los propios docentes gran parte de culpa. ¿Sabemos distinguir un grillo de una grilla? ¿Sabemos palabras? Ah, ¡el poder mágico de las palabras! ¿Quién alguna vez no ha dicho en voz alta un hechizo y esperado, aún a sabiendas que hacíamos una farsa con nosotros mismos, que empezáramos a volar? Y digo esto porque Don Paco sí sabía hacer estas cosas. A lo mejor nosotros también sabemos hacerlas, pero ¿sabemos transmitir la importancia de distinguir un grillo de una grilla, o usar el latín?

Yo tuve un maestro Don Paco. Se llamaba Don Francisco García, y vivía junto a mi casa. Todos los días antes de ir al colegio, se acercaba en su 600 al huerto que tenía en las afueras del pueblo. Luego venía y daba sus clases. Recuerdo su estilo campechano pero distinguido, el aire del maestro de otros tiempos. Y cuántas cosas sabía de injertos, de lejanos países y de cuentos y poesías. Un día de lluvia mientras hacíamos cuentas de sumar, con los cuadernillos Rubio, nos leyó ese poema de Antonio Machado, sí el de la lluvia tras los cristales. Años más tarde cuando lo leí en la antología del Circulo de Lectores, me acordé de aquel momento y se hizo mágico.

Nunca supe si sabía distinguir los grillos de las grillas. Ahora sé que sí.

6.3.07

Mujer, Trabajadora (o no).

Pasado mañana se celebra el Día de la Mujer Trabajadora y, acorde con nuestra sociedad, no deja de ser una celebración de segundo orden, también en la escuela.
Esto, que parece ser una constante, no ha sido siempre así y ahí están la Venus de Willendorf o la Pacha Mama quechua para confirmarlo si bien, en el otro extremo, el mito de Pandora o la manzana de Eva, entre otros muchos ejemplos, constituyan el contrapunto que marcará en nuestra tradición, cultural y vital, el inicio de la invisibilidad de la mujer.


Si la escuela es una preparación para la sociedad, como creo vienen a decir nuestros legisladores educativos, este hecho viene a corroborar que la situación de la mujer, trabajadora o no, va a seguir en el mismo lugar bastante más tiempo. Dar mayor auge al centenario de Mozart que a la discriminación de la mujer, no es más que un claro indicador de esta tendencia.

Así que aquí os dejo un enlace por si queréis usarlo, con este motivo, en vuestras clases. Y por supuesto pinchad en el enlace de Ustea en el margen, si queréis profundizar en más temas.

Sólo desde la educación podemos aspirar a cambiar el orden de ciertas cosas, o a poner ciertas cosas en orden. (Otro orden).

4.3.07

Y ¿por qué no retratáis vosotros?

Ahora que lo pienso, ¿por qué no os animáis y me enviáis un retrato vosotros? Prometo publicarlos.

Galería de retratos.(I) EL GORDO

EL GORDO

Los colegios en general, pero las clases en particular, han tenido, y tienen, siempre una galería de personajes típicos, también tópicos en el tiempo, que han configurado el retrato intemporal de esos grupos, en uno de los cuales estamos cada uno de nosotros.

Hoy comenzaremos por uno. No es especial. Simplemente miramos esa foto imaginaria y escogimos éste al azar.

El gordo del grupo siempre fue necesario. Era nuestro referente en muchos aspectos. En Gimnasia (la E.F. es más moderna) marcaba siempre un lugar, adjudicado de antemano, pero que los “atletas” ni miraban y los torpes lo ponían de pobre y recurrente excusa a sus marcas. Siempre estaba por detrás nuestra. ¡No éramos los peores!

A la hora de clase sus notas eran lo de menos, como las de la mayoría; pero a la hora de hacer un grupo para pelearnos con otros niños de la clase, o de la clase de al lado, o del barrio de al lado, o entre nosotros mismos, siempre queríamos al gordo con nosotros, porque era muy difícil ganarle en el cuerpo a cuerpo.

Hoy, los gordos del grupo, siguen existiendo. Los vemos cada día. Pero como no “competimos” ni hay marcas en el grupo, no nos peleamos con otros, y las notas siguen dando un poco igual, el gordo ha sido relegado tan sólo a su tipología, sin que ni dentro ni fuera le demos su status, un lugar que aceptar o contra el que rebelarse..

1.3.07

El sol.

Ayer fue fiesta y el sol de invierno, ese sol provocativo como un adolescente, nos regaló una mañana que presagiaba el anticipo de la primavera.
Hoy es día laborable y no hace sol.
Esto me ha hecho pensar que el sol de los días de fiesta no es igual que el de los laborables, al menos para los docentes.


Nuestro trabajo nos niega la posibilidad de disfrutar cada mañana de ese sol laborable, un sol más particular, el sol de las amas de casa que van a la compra, de los oficinistas tomando café, del niño medio enfermo que acompaña a su madre al ambulatorio, del prejubilado y del jubilado en los bancos.
Nosotros sólo lo disfrutamos los días de fiesta, pero esos días el sol es un elemento compartido, más de todos y por tanto menos íntimo.
Por eso, a veces, cuando por alguna razón no estoy en el colegio, esas mañanas, el leve brillo del sol de invierno en las calles medio desocupadas me recuerda que en la nómina de cada mes, debiera venir el concepto de pérdida del sol de las mañanas