30.9.07

55 años.


A veces la Justicia, que sigue siendo lenta, nos trae una sentencia que nos vuelve a hacer creer que pueden conseguirse aquellas cosas justas por las que uno pelea y por las que otros intentan dejarte de lado.

Viene esta entrada del Pizarrín a dejar constancia de la sentencia que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía dictó el pasado 27 de Junio de 2007 dando la razón a una compañera, maestra de Jerez, que solicitó la reducción de una hora diaria de su jornada en virtud del Acuerdo firmado y aprobado por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y las Organizaciones Sindicales en las que se reconocía, durante el curso 2003/04 y posteriores, la reducción, de una hora ese curso y de dos en los siguientes, de la jornada lectiva de los mayores de 55 años.

La profesora en cuestión, Mª Dolores, solicitó dicha reducción de una hora diaria frente a la semanal que concedía la administración, entendiendo, como ahora se le da la razón, que la jornada lectiva es la diaria y no la semanal. Por todo ello recibió una comunicación verbal de la Inspección (cuántas veces se nos da esto)que ahora el tribunal considera " ..no puede entenderse que las instrucciones verbales de un inspector de enseñanza constituyan cobertura jurídica para negar a la profesora afectada la aplicación del Acuerdo...". Luego la callada por respuesta; esa callada desesperante que todos/as alguna vez hemos sentido pero ante la que no hemos tenido la fuerza de Dolores para seguir adelante.

Y es que ahora, cuatro años después, el TSJA le da la razón, entendiendo su derecho a disfrutar de dos horas diarias de reducción de jornada en virtud de lo dispuesto en el Acuerdo antes citado y del que literalmente dice el TSJA "Y jornada lectiva no puede interpretarse sino en el sentido de su significado estrictamente literal, esto es, como el equivalente al total de horas de clase a impartir en el día" y le concede "... el derecho a recuperar las horas de reducción acumuladas pero no disfrutadas".

Sirva este Pizarrín para haceros llegar esta buena nueva y animar a todos/as los que andáis por estos lares de la educación y poseáis el valor añadido de tener 55 años o más, a solicitar este derecho que os correspondía desde hace años pero que ahora ya lo tenéis con toda la justicia detrás.

Gracias Mª Dolores.

28.9.07

No es oro todo...

Hoy, gracias(ES UN DECIR)a las obras de mi centro he tenido el día libre. Por eso he entrado en el blog a esta hora y he visto el comentario de Juan a mi última entrada. Agradeciendo a Juan su comentario, veo que tiene razón. Así que voy a plantearme, a partir de ahora, buscar los aspectos positivos y resaltarlos, aunque me temo que será una ardua tarea; mientras, os voy a dejar (aprovechando el fin de semana)un curioso vídeo, que me ha mandado una amiga, en el que se demuestra que en la educación, como en la vida misma, hay que tener paciencia para ver que aunque parezca...no siempre es lo que esperábamos. Además como este año comienzo a dar la Educación Artística en Inglés, a lo mejor estos dibujitos sirven como punto de partida de alguna actividad... aunque bien mirado creo que mejor no. Por si las moscas.

BUEN FIN DE SEMANA A TODOS/AS.

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27.9.07

Citando.


" Los individuos y los pequeños grupos de profesores y profesoras tienen que crear la escuela y la cultura profesional que quieren.Por eso merece la pena luchar, dentro y fuera de la escuela." ¿Hay algo por lo que merezca la pena luchar en la escuela? de Andy Hargreaves y Michael Fullan.

De esta cita se me ocurren dos ideas o mas bien cuestiones a plantear. La primera sería ¿Tenemos los docentes una cultura profesional?; la segunda es ¿estamos los docentes dispuestos a luchar fuera de la escuela?. Ambas me dejan un poso negativo. Desde la formación inicial del profesorado no se trabaja la necesidad de que como colectivo necesitemos de una cultura profesional que dé forma y configure todos los procesos de enseñanza aprendizaje en los que nos veamos inmersos, y si desde el interior de los centros no se lucha por una mejora de la calidad del trabajo y de las condiciones laborales, a las cifras de movilizaciones en los últimos años me remito, difícilmente se va a trabajar fuera de los centros para reivindicar algo, que en muchos casos, ni sabemos lo que es.

25.9.07

Novedades o el Todo a Cien en Septiembre.


Los que nos dedicamos a la educación, o al menos pretendemos creer que lo hacemos, tenemos claro que existe una cierta lógica causal que rige, o debería regir este mundo nuestro, este mundo que cada Septiembre nos viene cargado de novedades. Esta lógica causal debiera decirnos que nuestros dirigentes han analizado las propuestas de mejora que cada año les enviamos con la Memoria Final de curso, han sopesado los pros y contras, han cotejado datos, estadísticas, contextos socioeconómicos, etc… y tras ello han elaborado una serie de mejoras que complementan y subsanan los errores detectados por los que, a pie de obra, levantan cada día este edificio. Pero me temo que esta lógica causal sólo existe en mentes bienintencionadas o crédulas, de las que conozco pocas ya.
Así que todo este envío, vía BOJA, que cada Septiembre nos llega no es para rectificar lo que se detecta, y de lo que tienen constancia escrita anual; que va, antes bien es un parcheo constante como el de aquellos peones camineros que salían cada mañana de su casa y parcheaban uno, dos, … treinta baches de la carretera, y nunca sabíamos si era mejor el bache antes o después del arreglo.(Creo que con esto de las obras en mi colegio ando un pelín obsesionada con cementos, alquitranes, parches,…)

Así que a lo mejor debiéramos consolarnos con verlas venir, asentir y buscar refugio en nuestras aulas, con nuestros alumnos, dejando un tanto de lado estos escaparates post veraniegos, estos estantes de novedades del Todo a Cien. Una compañera mía, ya jubilada, decía que hay que trabajar mucho para no hacer nada. Y me temo que, al menos con los legisladores educativos, acertó.

20.9.07

Greguerías.


Revisando papeles, del curso pasado, han aparecido unas greguerías que escribí para que mis alumnos/as tuvieran una idea aproximada y artesana de lo que se trataba dicha palabreja, antes de pasar a escribirlas por ellos mismos y siempre, por supuesto, tras haber leído a D. Ramón. Como hoy me siento particularmente desinhibido, os las voy a dejar. A mis alumnos/as les gustaron más las suyas. ¡Qué se le va a hacer!

** Las rayas de tiza encanecen la pizarra **

** Los gritos desde el patio hacen llorar al silencio de las aulas ** (Cuando no hay obras,claro)

** Las mesas rayadas son corazones silenciosos enamorados en el aburrimiento **

18.9.07

Mentiras... o medias verdades.

Muchas veces, demasiadas tal vez, comentamos a los críos y crías que educamos en nuestras clases nuestra visión sobre tal o cual tema, opinamos sobre músicas, posturas, ideologías, y un sin fin de cosas más. Sin embargo pocas veces, insuficientes siempre, escuchamos más de lo que hablamos. Por eso viene bien pararse un rato a oír cómo, a través de sus músicas, igual que hicimos nosotros hace años, expresan a los demás lo que sienten, cómo ven la realidad común que nos rodea y cómo se identifican con esa postura. Por eso os dejo un vídeo de Tote King, cuya vida y milagros me eran desconocidos hasta que mi hija me invitó a escucharlo. Es rap supongo, o hip hop,que me perdonen los entendidos; tiene casi todos los tópicos de esta música, pero repasa una gran cantidad de temas que bien merecen un alto en el camino. Probablemente veamos que, aún sin proponérnoslo, sólo nos atrevemos a contar medias verdades, o lo que es lo mismo, algunas mentiras.

16.9.07

Autovía 381.

Los viajes tienen un encanto especial; da igual que vayamos a un lugar exótico o al otro lado del pueblo en que vivimos; todos, siempre, tienen un algo distinto, una mujer que pasa, un cartel nuevo, el mismo color cambiante de la calle…

Este fin de semana fui a Algeciras. Lógicamente fui por la flamante A-381, esa magnífica autovía Jerez-Los Barrios. El viaje es rápido, seguro, con un paisaje cambiante desde las llanuras de Medina, con su ganado bravo pastando indiferente a nuestra presencia, a los grandes alcornocales del Jautor, para dejar paso tras el alto de Valdespera a una visión cinéfila de las últimas montañas que anuncian, abiertas entre la sempiterna bruma, pegadas y cayendo como unos naipes repartidos en nuestras manos, la presentida presencia del campo de Gibraltar.



He recorrido esa carretera infinidad de veces; desde Alcalá de los Gazules, en aquellas desvencijadas “Valencianas” en las que había que bajarse para cruzar a pie algún puente maltrecho; desde Jerez en los “Comes”; en mis diversos coches desde muchos orígenes. Mucho ha cambiado esa carretera. Ya no vemos la escuelita del Torero, la venta de la Polvorilla, el Castaño, las dos casitas enfrentadas entre sí, una a cada lado de la carretera y que todos conocíamos como las Caras del Sol. Tampoco hay curvas ni camiones que nos hacían ir detrás de ellos, con paciencia, mirando ese paisaje distinto cada vez.

Y mientras Manolo García canturreaba en el coche “Nunca el Tiempo es perdido”, se me vino a la cabeza que esos recuerdos bien pudieran ser un símil de a donde estamos llevando la educación, una educación que va como un coche por la autovía, rápido, seguro, pero sin tener que adaptarse a obstáculos, sin poder parar en un recodo cualquiera a admirar el paisaje o simplemente, sólo mirar. Recuerdo muchos viajes, muchas paradas en esa carretera, la de antes; la de ahora sólo es un atajo en el tiempo y un pañuelo cegador en la memoria. Casi como la educación…

11.9.07

Obras.


Mi centro está en obras. Hay escombros, cemento, restos de ventanas y varios amasijos de restos de persianas sobre el porche. Hay polvo, piedras, suciedad.

Lo mejor es que pronto los albañiles, que ahora pululan por el centro como una horda invasora y ajena a lo que les rodea, se marcharán; aparecerá una brigada de limpieza que ocultará las cicatrices de la obra y ejercerá de cirujano estético para que todo vuelva a ser como antes; quizá, como en esas operaciones, surta la ilusión de que es mejor que antes. Pero los cimientos, las paredes, los huecos de las ventanas, nosotros mismos, seguiremos ahí, con nuestras virtudes y defectos.

Por eso, quizá una metáfora, ahora que todo el proceso educativo de poner en marcha el curso está parado, olvidado bajo una nube de polvo de cemento, pienso si la educación es importante, incluso existe, porque está ahí o porque, algunos, pensamos en ella.

9.9.07

¿Qué leerán los niños este año?

Las últimas entradas hacían referencia, de una u otra manera, a la lectura. Ésta ha sido siempre un campo de batalla sobre las formas de desarrollarla, presentarla, etc... tanto en el ámbito escolar como en el familiar. Cíclicamente aparecen estudios sobre cómo, cuándo, dónde, por qué se lee. Sin embargo he leído pocos estudios sobre el proceso de decisión sobre cómo se decide qué leer, la conformación de un canon literario escolar y consecuentemente a dicho proceso, los roles tanto institucionales y personales que asumen los distintos agentes que intervienen en este proceso. Y esta decisión, sobre todo en los niveles más permeables de la educación, los primeros ciclos de la Primaria, debiera ser un paso, si no previo, paralelo a la decisión de cómo trabajar la lectura en los colegios e institutos.

Michel Foucault opina que estos procesos de selección componen en sí mismos una maquinaria de vigilancia del sistema sobre los propios procesos educativos que el mismo sistema genera en los centros educativos. "se trata de determinar las condiciones de utilización, de imponer a los individuos que los dicen un cierto número de reglas y no permitir de esta forma el acceso a ellos, a todo el mundo. Enrarecimiento, esta vez, de los sujetos que hablan; nadie entrará en el orden del discurso si no satisface exigencias o si no está de entrada, calificado para hacerlo..." (Foucault Michel (1992). El orden del discurso. Barcelona: Tusquets) En definitiva cuando el alumno llega a casa con una determinada recomendación sobre tal o cual lectura que debe hacer, la mayoría de los padres/madres y docentes, la analizamos desde el punto de vista de nuestros gustos y orientaciones personales y/o estéticas, pero no nos estamos planteando cómo esa lectura ha sido elegida frente a otros cientos de textos igual o más acertados que ese.

Bien es cierto que cada centro escolar, dependiendo de sus características sociales, culturales, económicas e incluso del ahora tan nombrado "ideario", va a constituirse en una comunidad de lectores muy diferente de la comunidad de cualquier otro centro. Sin embargo en ambos centros el adulto, en este caso docente, se ha erigido como mediador entre el libro y su destinatario. Y es en este punto donde me paro a reflexionar; ¿estamos los docentes preparados para que esa intermediación sea beneficiosa para nuestros alumnos/as?


Carola Hermida, Mila Cañón y María José Troglia en un magnífico artículo titulado Prácticas literarias y selección de textos afirman queRevisar los modos de utilización de los discursos en la escuela, las prácticas de la lectura y en especial la selección de textos literarios, supone la caracterización de un amplio panorama en el que no sólo convergen los criterios académicos de selección de textos –textos de calidad literaria, clásicos, modelos literarios, autores canonizados, etc.– sino otra cantidad inapreciable de variables –económicas, ideológicas, personales, etc.– que pujan sobre y desde los diferentes agentes con el fin de seleccionar los textos para los lectores infantiles.

Más adelante afirman estas autoras El problema se vuelve complejo cuando el selector/mediador se instala en un cómodo lugar que es el modelo de la repetición, esto tiene que ver con el canon escolar y con la experiencia en el aula: hay lecturas que “funcionan” y se cree que esto es así siempre y para todos. Esto no se relaciona con una decisión de seleccionar textos significativos cultural y socialmente hablando, sino con un estancamiento en ciertos lugares y roles que tranquilizan y con las exigencias institucionales y burocráticas que a veces atosigan...
Seleccionar textos canónicos es una decisión que debe darse sabiendo que existen otras lecturas, a veces en vías de legitimación, otras veces no legitimables aún por la institución, que ingresan y producen cruces interesantes. Como docentes comprometidos en esta tarea de mediación se debe saber qué leen los niños, qué eligen leer y cómo lo hacen.


Como tantas otras cosas, estas preguntas y reflexiones no son sino el síntoma que provoca una escuela que intenta plantearse cada año su papel dentro de la sociedad a la que sirve, una escuela que se empeña en no quedarse estancada en unos cánones que funcionaban hace unos pocos años pero que hoy ya no sirven.

Al menos siempre nos quedará el consuelo de Daniel Pennac que en su magnífico libro Como una Novela, que recomiendo como libro de cabecera o pizarra para cualquier docente, viene a decir...

...la libertad de escribir no puede ir acompañada del deber de leer.
En el fondo, el deber de educar consiste, al enseñar a los niños a leer, al iniciarlos en la Literatura, en darles los medios de juzgar libremente si sienten o no la “necesidad de los libros”. Porque si bien se puede admitir perfectamente que un individuo rechace la lectura, es intolerable que sea –o se crea– rechazado por ella. Es inmensamente triste, una soledad en la soledad, ser excluido de los libros..., incluso de aquellos de los que se puede prescindir.

5.9.07

Para leer.

Aunque los maestros/as tenemos fama de ponernos a leer el periódico en clase y, aunque nos duela, todos/as conocemos ejemplos de ello; este enlace que os pongo a continuación es ideal para estar informado de todo lo concerniente a determinados ejes transversales del curriculum. Eso sí, leedlo fuera de clase. Por si acaso...

Se trata de una página, El Kiosco, en la que podéis leer los principales diarios de noticias, deportes y las más conocidas viñetas de los humoristas más en boga. Está muy bien, y en un sólo click.

Cuidado con lo que decimos...o a quien se lo decimos.

Con permiso de nuestro querido Forges, y enlazando un poco con la entrada anterior, esta viñeta publicada hace unos días me pareció genial, y aquí os la dejo. Sin comentarios.

Acceso digno a una vivienda.

Me desperté esta mañana con la "noticia" de la futura ley, por supuesto a aprobar en la próxima legislatura y a aplicar no se sabe cuándo, por la que todo el ciudadano/a de Andalucía cuyos ingresos no superaran los 3000 Euros (conozco a pocos la verdad que los superen y casi que se aproximen)tendrían derecho al acceso a una vivienda digna. Esto implicaría reformar el mercado del alquiler para que surgieran en oferta nuevas viviendas y/o construir viviendas de protección oficial a tutiplén. En fin como me suena a discurso preelectoral, obviaré muchos de los pensamientos que me surgieron.

Sin embargo, mientras deambulaba por mi semi derruido colegio (está en obras), me acordé de un compañero que trabajó con nosotros hace años y cuyo destino este año ha sido en La Matea, Jaén. Si os ha picado la curiosidad y habéis pinchado en el enlace veréis que es una ruta de estas que tan de moda se han puesto entre un determinado grupo social de fin de semana. Y es que por más vueltas que he dado no he encontrado más que un restaurante en La Matea, y poco más.

Defiendo, y defenderé siempre, que la educación debe estar lo más cerca de sus usuarios y máxime si estos son niños, por lo que la existencia de un centro educativo público (los concertados no existen por esas zonas aunque se les llene la boca con derechos de padres a la educación de sus hijos, eso sí, donde haya muchos que atender y cobrar, faltaría más)me parece necesaria y exigible. Lo que sucede es, llámenme corporativo, es que para que la docencia funcione tiene que haber docentes y ya me dirán qué clase de vivienda va a poder ocupar mi compañero en este lugar.

Y viene además al caso, al modelo de colegio actual. Hace años los colegios se construían con viviendas para los docentes en los aledaños del mismo. En épocas en las que el alquiler, e incluso las viviendas eran escasas, estas viviendas supusieron un alivio sobre todo en zonas rurales apartadas como esta. Luego, como tantas cosas, se suprimieron las construcciones y se vendieron las que había. Y retomando el tema del principio, me formulo la siguiente pregunta: ¿tendrán los docentes de este tipo de centros públicos educativos la posibilidad de acceder a una vivienda digna en estos lugares? No sé, no sé...

3.9.07

Y si me queda un hueco, ¿qué hago?

Hoy, imagino yo, la mayoría de los docentes habremos vuelto a casa pensando en el curso que nos ha correspondido, o en las nuevas incorporaciones de alumnos/as nuevos/as y/o repetidores/as. Habremos saludado con el tradicional beso a todos/as los/as compañeros/as, a los que volveremos a besar en Navidad y Fin de curso, como una rutina más de las relaciones sociales y lo "correcto" de ellas.

También habremos tomado un café o una cerveza, dependiendo de la hora, en el bar que sólo visitamos en Septiembre y en Junio; y el camarero/a nos habrá saludado como siempre.

Por supuesto nuestro/a compañero/a "exquisito/a" nos habrá obsequidao con la detallada relación de visitas y restaurantes visitados en las vacaciones a ese lugar que aunque conocido por todos, él/ella ha descubierto desde otra perspectiva, increiblemente mejor que lo que conocíamos anteriormente.

Inevitablemente alguien habrá traído el plan de las quincenas del curso, y pretenderá que coloquemos los puentes y los días de la localidad, a la vez que como cada año protestaráporque no coinciden a su gusto.

Y luego habremos visitado nuestra aula, que nos habrá recibido con un aliento como los paisajes de otoño, desangelados y fríos. Habremos cambiado de sitio algunos papeles, quitado el polvo, y a lo mejor, nos habremos sentado un rato dejando la mente en blanco. Mañana empieza de verdad el curso, hoy ha sido... como todos los primeros días de curso de cada año desde...

2.9.07

Septiembre ha venido y todos sabemos...


Mañana es el día. Mañana comenzamos, con dos días de retraso o propina según se vea, la rutina diaria, volvemos a ver a los que trabajan con nosotros, tal vez alguna cara nueva. Volverán los olores de clases cerradas, el polvo sobre la mesa, los folios que dejamos atrás nos sonríen con su fría palidez de papel de 80 gr como agradeciendo un regreso que interrumpe su soledad; vuelven esos momentos de silencio inhóspito, desazonador, que envuelve a los colegios en estos días de Septiembre.

Septiembre es como un gigantesco Lunes tras un puente; presentido y no por ello aceptado, pero también la rutina se nos hace necesaria para valorar esos otros momentos de gloria intima, pequeña, a veces casi imperceptible, que nos reportan los largos días del verano.

A lo mejor, con suerte, vendrán unas ráfagas de viento fresco, o bajarán las temperaturas, y eso nos hará más cómoda la vuelta al trabajo.

Yo, como adelanto, os dejo un poema muy de moda en estos días y no por ello menos apropiado. Gil de Biedma decía más o menos esto...

Pero después de todo no sabemos
....si las cosas no son mejor así,
....escasas a propósito...Quizá,
....quizá tienen razón los días laborables"

Todo ello para decir que es mentira.
Que a veces no tienen razón los días laborables.
Que las coincidencias convierten de vez en cuando, sólo muy de vez en cuando, los días laborables en días de fiesta, y les dan la razón.
Tan de vez en cuando, que es imprescindible celebrarlos.....


Así, que mañana, temprano, al levantarnos y mientras el café se deja oler, hagamos caso al poeta y celebremos que a veces los días laborables no tienen razón, pero acaso sí tienen sentido.