29.1.08

Cuando una amiga se va...otro peor vendrá. (A lo mejor no, vaya usted a saber)

Bueno ahí os dejo un pequeño vídeo que la gente de USTEA ha montado para que veamos, con casos claros y concretos de nuestro día a día, en qué consiste esto de los incentivos para la mejora de los centros.



Y si os parece, ahora que la han cesado, después de hacer el trabajo sucio (¿Os acordáis del cese de la anterior ministra de educación?) también os dejo un cartel con Cándida y sus ofertas.

28.1.08

Cuando una imagen vale más que ...1000 competencias.



Visto en Enseñar TIC, de J. F. Melero. Gracias amigo por dejarnos ver cómo se llevan a cabo los apoyos en algunos Centros de Profesores, que son, curiosamente, los que se encargan de nuestra formación. Como tantas veces, sin palabras.

27.1.08

Cuando la realidad te abofetea.


A veces, y a pesar de que uno intente ver las cosas más claras que oscuras, la realidad te devuelve golpes duros, colocados, que te devuelven a tu sitio.

Es el caso del maestro agredido el curso pasado en Jerez. Recuerdo que hicimos tímidas movilizaciones, que se nos dijo que la Administración se personaría en el caso, que estas agresiones se iban a acabar gracias al apoyo de la Administración, .... En fin el Diario de Cádiz en su edición de hoy Domingo 27 de Enero, publica un artículo que encabeza con el siguiente titular: El caso del profesor de Jerez agredido hace un año, en punto muerto .

Y es que después de un año, todo sigue igual, excepto que el maestro agredido ya ha tenido que soportar ir como denunciado a un juicio por faltas, del que al menos ha salido absuelto. Tampoco importa que siga de baja desde entonces.

Por si sirve de algo, hoy desde aquí, le envío mi apoyo y solidaridad, y por si sirve de algo reproduzco el artículo de Diario de Cádiz.

El caso del profesor de Jerez agredido hace un año, en punto muerto
El docente, que sigue de baja, ni siquiera ha declarado ante el juez tras acusar al progenitor de una niña de haberle golpeado

"De momento no tengo pensamiento de volver. En absoluto. No me veo con ánimo". Estas son las palabras de Esteban Martín, el profesor del colegio Andrés de Ribera, en Jerez, que fue víctima de una agresión en el mismo centro en el que trabaja hace casi un año.

El próximo 31 de enero se cumplen los doce meses de ese suceso que revolvió a la comunidad educativa jerezana, que se echó a la calle para pedir una convivencia en paz en las aulas y tratar de evitar que esas situaciones volvieran a repetirse. Una gran manifestación de apoyo con una respuesta masiva fue convocada días después en el centro de Jerez.

Un año después de aquel desagradable suceso, en el que supuestamente este maestro fue agredido por el progenitor de una de las alumnas del centro, el proceso judicial que se puso en marcha en instrucción ha avanzado muy poco o casi nada. Ni siquiera se ha tomado declaración a las partes. Hay que apuntar que a día de hoy el profesor ni siquiera se ha personado en el proceso como acusación particular, sino que se incoaron diligencias previas por la denuncia de Educación y a raíz del parte de lesiones que se emitió por el hospital. Tampoco se ha tomado declaración a los testigos del suceso. "No sabemos siquiera si querrá emprender acciones, eso depende de él", comenta su abogado, Juan Pedro Cosano.

El caso recayó en el Juzgado de Instrucción número 2 de Jerez, que en esa fecha, 31 de enero de 2007, asumía las competencias de los asuntos de violencia sobre la mujer. Ahora, con la creación de este juzgado ex profeso parece que podrá empezar a dar salida a otros asuntos propios de instrucción.

En este caso se ha llegado a producir una paradoja. El mismo profesor fue denunciado por los progenitores de la menor, a la que aquella mañana del 31 de enero del año pasado apartó de un lugar en el patio, porque en esa zona estaban trabajando unos obreros y podía resultar peligroso para los pequeños que merodeaban por allí. Ese gesto de protección a la pequeña le costó al docente sentarse en el banquillo hace apenas unos meses por un juicio de faltas. El maestro siempre negó haber cogido por el cuello de forma violenta a la niña para llevarla hasta otro lugar del centro donde no molestara a los operarios, que estaban trabajando con un instrumento peligroso y cortante como un rotaflex. La Justicia le dio la razón porque ni el fiscal lo acusó de esa posible falta de lesiones a la pequeña, cuyos padres decidieron cambiarla de centro después de lo ocurrido, y eso pese a que había un parte de lesiones y un tratamiento médico para aliviar ese dolor sintomático.

La declaración de los testigos, el mismo operario y el director del centro, dejó claro lo ocurrido. El fiscal consideraba que empleó la fuerza necesaria para llevarse a la alumna y a otros más por ese peligro potencial y que como garante de la seguridad de los alumnos mientras estuvieran en el centro, hizo lo que debía. El juez siguió esta misma teoría, que también sostenía su defensa y salió absuelto de esa causa. El juicio de faltas se celebró más de medio año después de lo ocurrido y ahora queda pendiente el otro frente judicial que está abierto, algo más complejo porque se puede tratar de un delito de lesiones o incluso de atentado.


En fin, como decía en la entrada anterior...debe haber un verso equivocado en este soneto que es la educación.

Conciencia fonológica.

Un alumno de primer curso de primaria (6 años), se acerca a su maestra en el recreo y le dice muy contento:

- Maestra, si a lápiz le quitamos la "n", queda puta, jajajajajajaja - y se va corriendo.

La maestra contesta a su compañero de vigilancia:

- ¿Has visto cómo ha adquirido la conciencia fonológica?.


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Muchas veces veo la educación como un soneto perfecto, en el que hay verso que está equivocado, con lo que esa perfección se resiente, incluso se pierde, ante la llamada de atención de ese error. Pero ¿quién es ese verso equivocado?; ¿qué es ese verso equivocado?. Y lo peor es que se tiende a cambiar todo el soneto parar arreglar el error, pero dejando siempre la equivocación, o lo que es lo mismo, cumplir aquel dicho de... Cambia todo para que nada cambie.

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24.1.08

Memoria

" ¿Quién lee diez siglos en la Historia y no la cierra
al ver las mismas cosas siempre con distinta fecha?
Los mismos hombres, las mismas guerras,
los mismos tiranos, las mismas cadenas,
los mismos farsantes, las mismas sectas.
¡ Y los mismos, los mismos poetas!
¿Qué pena,
que sea así todo siempre, siempre de la misma manera!"


LEÓN FELIPE - Versos y oraciones de caminante (1920)

Cambiad "poetas" por "maestros" y la poesía tendrá el sentido que hoy quiero darle a estos versos de mi admirado León Felipe.

En fin, al menos, hay cosas que sí me hacen pensar que algunos y algunas de los que vivimos la educación en minúsculas seguimos teniendo un cierto aire crítico ante esta avalancha globalizadora, privatizadora y mercantilista (¿qué es si no este querer implantar un "complemento de productividad" en las escuelas?)que la Administración Educativa de la Junta de Andalucía (un cuarto de siglo gobernando) pretende instaurar en las escuelas con el apoyo de los sindicatos mayoritarios.

De todos modos aquí os dejo un enlace por si queréis comprobar, con casos supuestos, pero reales como nuestro día a día, qué nos va a traer esta Orden de Incentivos, los 7000 Euros famosos.

COMPLEMENTO DE PRODUCTIVIDAD O EL TIMO DE LA ESTAMPITA (BUSCA LOS CASOS REALES Y PONTE EN SU LUGAR)

RESOLUCIÓN DE LA JUNTA DE PERSONAL DE HUELVA

22.1.08

El Maestro.

Me he encontrado, casi por casualidad, trasteando en Internet, este poema de Francisco Molina González, y me he tomado la libertad de ponerlo en El Pizarrín. Lo he extraído del interesante Blog Indocencias. Entre tanta crítica y sensación de hastío y tristeza, bien nos viene recuperar la lectura de un poema que habla, bien a Dios gracias, de los que empuñamos la tiza como arma. Gracias D. Francisco.


EL MAESTRO

Es el maestro forjador del espíritu
de aquellas multitudes que piensan en la gloria,
que presenta la fama cuando es ejecutoria;
al adquirir la gracia que se llama cultura,
y es grande el sacrificio, unido a la constancia,
que convierte esa oscuridad completa
en geniales albores de virtud y enseñanza.
Por el honor que concede la institución,
sagrado ministerio, en fervores canto,
inculcando las letras, las ciencias y las artes,
consigue esa feliz historia de la transformación;
que es guía, luz y esperanza suprema
para brillar después en aquellas esferas
del mundo espiritual y omnipotente;
siendo el mejor presente que le ofrece,
en premios y desvelos, vigilias, sinsabores,
el ver aquellos niños que son hombres mayores,
y en aquellas alturas, celebridad tangible,
admirar con orgullo que ya todo es posible;
y alcanzarán la gloria solemne y verdadera,
que pasará a la historia en su figura señera.
El agradecimiento es virtud honorable,
y tenemos presente la labor admirable
que ofrece a las generaciones presentes y futuras
el insigne maestro, llevando a las alturas
ese ejemplo amoroso de enseñar lo que ignoran
esas frentes de talla berroqueña, esas mentes oscuras;
¡A ti, figura de gloria inmarcesible,
rendimos pleitesía, sintiendo, por esa humilde
gracia, la obligación de nuestra simpatía
!

20.1.08

Tempus Fugit

"La reducción del horario lectivo en primaria es el reconocimiento de la importancia de las tareas no lectivas de los maestros y una oportunidad para gestionarlas mejor", dice este maestro que preside la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Cataluña. "Me refiero a la necesaria coordinación entre los educadores de un mismo nivel, ciclo educativo o centro, o con servicios externos a la escuela. A la atención individual de los alumnos, a la de sus padres y a las gestiones inherentes a los proyectos, responsabilidades o actividades de cada docente o equipo". El texto anterior pertenece a Ricard Aymerich y fue publicado por el diario El País el pasado 16 de Abril del 2007, en un artículo titulado Menos pizarra y más tiempo con las familias.

La verdad es que esto contrasta con la entrada en El Pizarrín del pasado 17 de Enero y que titulé Apretando los tornillos. Mientras en algunas Comunidades, a pesar de haber aumentado una hora el horario lectivo de los alumnos/as para responder a las exigencias del actual sistema educativo, se reduce el horario de atención directa de los maestros/as de Educación Primaria de 25 a 23 horas semanales en dos años, en Andalucía no sólo ni se contempla esa posibilidad, sino que lejos de ahí se aumenta la carga de trabajo del profesorado. ¿Es que acaso el aumento de plantilla y la reducción de ese trabajo directo con el alumno en beneficio de un trabajo más concienzudo de reflexión, de trabajo con las familias, con los otros compañeros, etc... no es un mejora cualitativa del sistema educativo? Pues bueno parece que no. Así que deberé programar mis asignaturas anualmente, quincenalmente y diariamente, hacer las adaptaciones oportunas para alumnos con necesidades educativas especiales, para los que, sin ser de ese grupo, también necesitan de un apoyo extra por ir retrasados o avanzados; deberé impartir mis 25 sesiones de clase más las 2,5 horas de vigilancia de recreo, atender a los padres y madres en una hora semanal, coordinarme con mis compañeros/as de nivel y Ciclo en otra hora semanal, participar en órganos colegiados (claustro y/o consejo escolar) o de organización (ETCP), participar en actividades complementarias y extraescolares, volcar las faltas y notas y demás informes en un programa informático carpetovetónico en un horario que ya se ha acabado, además de formarme, atender a las diversas convocatorias que nos vienen de distintas asociaciones y organizaciones, estar al día en normativa y legislación, y a pesar de todo eso aguantar que pongan en duda mi trabajo ofreciéndome un incentivo si mejoro los niveles de mi escuela. ¿Cuándo?

17.1.08

La dignidad docente

A propósito de la oferta, indignante y rastrera, que la Junta de Andalucía va a hacer en un supuesto plan de incentivos docentes, y del que he dejado una opinión en una entrada anterior, el Diario de Cádíz publica hoy un artículo de Gonzalo Guijarro titulado La Dignidad docente| y en el que entre otras cosas viene a decir:

La Consejería de Educación ha anunciado que los profesores que se comprometan a "mejorar el rendimiento de sus alumnos" recibirán hasta un máximo de 7.000 euros repartidos en cuatro años. Por "mejorar el rendimiento" ha de entenderse que falten menos a clase, que repitan menos cursos y que permanezcan más años en el sistema escolar, entre otras cosillas.

Lo primero que llama la atención de tal medida es la gratuita e insultante suposición de que los profesores no trabajamos debidamente y a ello se deben los desastrosos resultados que acaba de reflejar el último informe PISA. Sin duda, como en toda profesión, algún zángano habrá entre los docentes, pero para eso está la Inspección educativa, para sacarlos a la luz y ponerlos a trabajar. Pero no, a los que no estén cumpliendo debidamente, a los zánganos, se les ofrecen 7.000 euros si prometen mejorar. ¿Y a los demás? ¿Qué pasa con los profesores que ya están haciendo cuanto pueden? Pues que se quedan sin nada, como premio a sus buenas prácticas docentes. Salvo que se sumen al carro, lo que, implícitamente supone reconocer que no lo estaban haciendo bien.

Otra cosa chocante es que nunca se pretenda la mejora del rendimiento de esa caterva de asesores, pedagogos y expertos sin experiencia cuyo incesante crecimiento va parejo al empeoramiento de los resultados. ¿Se considerará causa perdida la de lograr que hagan algo útil?


...

¿Por qué no les piden a los de Asuntos Sociales que se comprometan a mejorar el rendimiento? Tampoco en lo de procurar que los alumnos permanezcan más tiempo en el sistema escolar parece que podamos hacer gran cosa, dado que es decisión del alumno cuándo interrumpe su formación e ingresa en el mundo laboral. ¿Y en lo de disminuir el número de repeticiones de curso? Bueno, ahí sí que podríamos hacer algo: aprobar a todos los alumnos por la cara para que pasen de curso y no repitan. Claro que eso equivaldría a desvirtuar nuestro trabajo, a corromper definitivamente el sistema de enseñanza del país, a engañar indignamente a la sociedad, a certificar una formación inexistente... Aunque, eso sí, cobraríamos ese dinerillo. Y, de paso, a los políticos que nos lo ofrecen les mejorarían algo esas desastrosas estadísticas que los ponen en evidencia. ¿Será esa su intención?

...

Otro de los puntos de que depende el cobro del complemento es la disminución de las conductas contrarias a las normas del centro por parte de los alumnos. Pero, por supuesto, sin que se nos devuelva ni un átomo de capacidad sancionadora, de esa autoridad que se nos arrebató con la Logse y que nunca se nos ha devuelto. Es decir, que debemos ejercer más autoridad sin tenerla de hecho. También aquí se tienta al profesor para que venda su dignidad: ya que no dispone de herramientas para impedir las conductas contrarias a las normas, lo que sí puede hacer es silenciarlas, no reflejarlas en documento alguno, asumir el desorden en el aula y la consiguiente imposibilidad de enseñar a cambio de dinero. De hecho, lo único nuevo en esto es el ofrecimiento de dinero, pues hace ya muchos años que la Inspección presiona para que no se sancione a los alumnos más díscolos, aunque impidan el aprovechamiento de los demás. Las sanciones son "excluyentes", dicen.

Pero la clave de tanto desatino nos la da la propia Orden que regula el complemento. Dice textualmente que "en educación los procesos son tan importantes como los productos". Una vez más, los "expertos" de la Consejería muestran una supina ignorancia de lo que es un sistema de enseñanza: los docentes no "producimos" aprobados, sino que nos esforzamos por transmitir conocimientos a seres humanos. Y esto no se consigue poniéndonos delante a los docentes una ridícula zanahoria de 7.000 euros para que entreguemos a cambio nuestra dignidad, sino con leyes coherentes con las necesidades y proyectos razonables de nuestros alumnos y con normas de convivencia que se cumplan realmente.

Pero, al parecer, esa es la única respuesta que en la Andalucía imparable se sabe dar al desafío de la sociedad del conocimiento: criterios de cadena de montaje; si los profesores quieren plus de productividad, que produzcan más aprobados; que a los políticos les viene bien, aunque sea al precio del futuro de la sociedad
.

Y como en otras ocasiones, no añado nada. Dejemos un silencio reflexivo.

Apretando los tornillos.

Hoy, a las 14:00 horas se me convoca a un ETCP, que para los no versados en esta terminología actualmente son las siglas de: Equipo Técnico de Coordinación Pedagógica, que en resumidas cuentas es el órgano que en las escuelas se dedica a coordinar la acción pedagógica del centro. La verdad es que tras 5 horas de trabajo con 23 alumnos/as de 10 y 11 años, la cabeza de uno ya no está para muchas disquisiciones. En fin, vamos a lo que vamos. El Sr. Director nos presenta el Plan de Acción Tutorial que la Consejería de Educación ha diseñado para aplicar en nuestras escuelas. Como todo lo que últimamente se hace es una verdadera maravilla de redacción, rezuma conocimiento de la realidad escolar en cada rincón, y sobre todo facilita la labor del tutor. Me explico.

Este Plan viene a establecer que hay que organizar una serie de objetivos generales de la acción tutorial (supongo que no saben que ya eso se hace en el Proyecto de Centro), unos objetivos para cada grupo (supongo que creen que los grupos han funcionado solos hasta ahora), una planificación de todo esto (hasta ahora lo hacíamos cuando se fijaba en cada Proyecto de Centro y en sus revisiones),... y así hasta la extenuación. En definitiva una forma más de agrandar la máquina burocrática, de dedicar más recursos humanos, de tiempo, a tareas burocráticas, porque claro todo debe reflejarse en el Séneca (Programa de Gestión Educativa de la Junta de Andalucía, diseñado, creo yo, por alguien ajeno totalmente a lo que es eficacia, simpleza y efectividad;le viene que ni pintado el nombre). Me enervo cuando obliga a celebrar una reunión mensual para tratar la Acción tutorial (supone que hasta ahora nunca hemos hablado de los alumnos/as y sus problemas) cuando es una de las cosas que más se trabaja en los colegios, aunque claro no había acta que lo reflejara. Eso sí, después de enumerar todos y cada uno de los objetivos que debemos cumplir, especifica que habrá que llevarlos a cabo en "momentos" concretos de cada programación, porque a pesar de diseñar todo un Plan de Acción Tutorial, en Educación Infantil y Primaria NO SE VA A DEDICAR UNA SOLA HORA A PONERLO EN PRÁCTICA,porque claro, entre hora de lectura y biblioteca, bilingüismo, música, E. Física y la inefable Religión, o alargan el horario con lo que se cargan las Actividades Complementarias de los Planes de Familia y Apertura, o reducen de algún sitio, y con las elecciones cerca, lo que conviene es presentar estos Planes y Proyectos, vacíos de contenidos ya que todo esto ya se lleva haciendo en los centros en lo 24 años de docencia que tengo a las espaldas, que a final de curso engrosan la estadística. En fin, una vuelta más de tuerca en esa libertad rodeo que va dando la cadena de esta supuesta autonomía pedagógica que los centros andaluces disfrutamos.

16.1.08

Competencias.

Ahora que parece que la piedra filosofal sobre la que debe asentarse la educación es el desarrollo de las competencias (¿alguien sabe a qué nos dedicábamos antes?), he encontrado en Internet este vídeo que viene a definir, desde un punto de vista, qué es esto de las competencias. No comparto, como me imagino os pasará a muchos de vosotros, todo lo que el vídeo afrima, pero me parece un instrumento útil para partir de él y generar un debate. Espero que os guste, aunque quizás sea un poco largo o monótono.

14.1.08

7000 euros o una vergüenza que rechazar.

He recibido el siguiente correo y he decidido colocarlo en El Pizarrín. Viene a ser una voz más de entre las que se oyen, tímidamente, expresando su más rotunda oposición a este dardo envenenado que nos ha lanzado la administración a cuenta de los 7000 euros que, en esa realidad virtual en que vive, va a pagar a los docentes.


"Hola y saludos a todos y a todas mis compañeros y compañeras de la enseñanza.

Llevo diez años dando clases, concretamente en secundaria. Me encanta mi profesión (me refiero a la tarea de enseñar) aunque últimamente no lo estoy pasando muy bien. Veo cómo la administración poco a poco ha ido sumando "pequeños añadidos" y presiones a nuestro trabajo que, aisladamente, no significarían mucho, pero cuya suma se está convirtiendo en una tarea desagradable, tediosa, de poca utilidad práctica, puramente administrativa y que me está quitando tiempo para preparar mis clases de la mejor manera que sé.

Es decir: sé hacerlo mejor de lo que lo hago actualmente, pero no me dejan tiempo, porque vivo inmerso en un papeleo sin fin, dando explicaciones por escrito de lo que hago, de lo que dejo de hacer, de por qué lo hago, de cómo evalúo lo que hago, etc, etc. Y no me estoy refiriendo a las programaciones. No. Me refiero a la grande y creciente cantidad de planes ideados por nuestra consejería de educación, a saber: plan de igualdad, proyectos TIC, planes de autoevaluación y mejora, escuelas espacio de paz, días de celebración obligatorios, conmemoraciones obligatorias varias, informes requeridos por las diferentes actuaciones del servicio de inspección, pruebas de diagnóstico, etc.

No haré una lista de la enorme cantidad de trabajo burocrático que también crece año a año. Creo que todos somos conscientes de ello.

Lo que motiva este escrito es la flamante Orden de Incentivos tramada por los "responsables" educativos. Creo que ya es hora de que nos plantemos. Hemos tragado demasiado y ahora nos vienen con esta insultante y peligrosa iniciativa.

Insultante,

porque, a fin de cuentas, nos culpa del fracaso del sistema,
porque nos dice que no buscamos la excelencia en nuestro trabajo,
porque asume que aun nos queda tiempo libre para hacer más cosas,
porque aunque suene un poco fuerte suena a soborno refinado ("yo te pago más y tú me cambias mis fastidiosas estadísticas")

Peligrosa,
porque va a dividir a los claustros aun más de lo que están,
porque generará más burocracia, más "reunionitis" y más control,
porque si finalmente el porcentaje de "éxitos" aumenta asumimos que la culpa era nuestra,
porque si finalmente el porcentaje de "éxitos" aumenta la opinión pública se nos volverá aun más en contra si cabe ("mira estos cómo pasan la mano por dinero")

Propongo (más bien sueño) que todos los centros educativos de Andalucía o, al menos, la gran mayoría diga NO a este disparate. Creo que está en juego algo más importante que los famosos 7000 €. Está en juego nuestra dignidad y no debemos venderla.

Pensadlo. Y, si estáis de acuerdo, reenviad este mensaje a todos los compañeros de la enseñanza que tengáis en vuestros contactos, ya sean de primaria o de secundaria. Da igual.

Firmado: un simple profesor de secundaria."

13.1.08

Los 200


Aunque pudiera parecerlo, por la proximidad temporal, no es un remake o el capítulo 1 de la famosa película, a mí me pareció más un viedojuego, que refleja la famosa batalla de las Termópilas aunque, si escarbamos un poco, en el fondo, también estos 200 tiene algo de guerreros y su situación algo de batalla.

El pasado Jueves comenzaron un cursillo de formación los 200 aprobados en las últimas oposiciones al cuerpo de maestros convocadas por la Junta de Andalucía, que han decidio librar su particular batalla en Cádiz capital y no en otro de los lugares de lucha que la Junta de Andalucía ha establecido en la provincia de Cádiz.. Dicha formación, en principio, pudiera ser considerada como algo básico, si bien tampoco tiene mucho sentido que se le ofrezca a alguien que ya lleva un trimestre completo ejerciendo su labor docente. Pero en realidad la oportunidad o no del curso no es el fin de esta entrada. Lo que en realidad duele, lo que en realidad sí es una batalla, en algunos casos concretos tan épica como la de las Termópilas aunque más cercana, es el contenido del curso. Durante tres horas, después lógicamente de una jornada de trabajo, se les ha contado el organigrama de la Consejería de Educación, y enumerado, digo bien, enumerado el sin par conjunto de programas educativos que dicha Consejería oferta, sin que dicha enumeración contemple una mínima descripción de dichos programas. Esto, a los ojos de un profano, no debe de ser una causa de asombro;unos nuevos empleados deben conocer el entramado que sustenta a su empresa. Lo que es realmente ridículo es que se les haga asistir a personas que llevan en esto de la docencia, en muchos casos, más años que quienes les van a impartir el curso. Suena ridículo, quien escribe ha sido testigo directo de ello, pero en el Congreso de celebración del 150 aniversario de la instauración de las escuelas de formación de maestros y maestras, celebrado en Cádiz el pasado Noviembre, un asesor del CEP de Cádiz, cuyo nombre omito por piedad, andaba cuan alma en pena ofreciendo a los allí presentes participar como docentes en estos cursos. Con semejantes planteamientos sólo la buena voluntad de los que impartan la docencia, así como su saber profesional, darán cierta consistencia y sentido a una formación destinada a personas que en muchos casos, por experiencia, sabiduría y circunstancias, debieran ser los que formaran a la Consejería sobre cómo llevar la educación a las escuelas. Mi pequeño homenaje a esos 200 y a su particular Termópilas.

10.1.08

Modelos

En la entrada anterior citaba los puntos de vista de dos escritores actuales, a los que añadí unos meros ejemplos de lo que podíamos definir como un modelo educativo paralelo a la escuela, un modelo al que podríamos denominar "deseducativo".

Los que tenemos cierta edad, tampoco mucha, podemos recordar como en los 80 el modelo del "pelotazo" significó un primer paso en lo que podríamos decir primeros avances en el establecimiento de este modelo "deseducativo", sutituyendo el valor del esfuerzo diario, del conocimiento, del respeto, por el del poder del dinero adquirido rápido sin importar el cómo, el proceso por el que se había llegado a esa situación de riqueza, económica exclusivamente claro.

A partir de ahí, y según muchos expertos con la mejora del poder adquisitivo de las diferentes clases sociales, la escuela tal y como se concebía, y me temo se sigue concibiendo, pasó a tener un papel secundario en la vida de los niños y jóvenes. La importancia de la educación se ha venido reduciendo año a año;lo importante es la ostentación de productos tecnológicos, coches, viviendas, vacaciones a lugares que se visitan casi exclusivamente tras la pantalla de las cámaras digitales. No importa poseer modales adecuados a cada situación, conocimientos que faciliten el desenvolvimiento social y económico, un caracter disciplinado de esfuerzo diario. Por eso cada año, comentamos los amigos que nos dedicamos a este oficio de la tiza cómo entre los/as alumnos/as que muestran una buena disposición a utilizar el recurso de la escuela como algo provechoso y aquellos que sólo la utilizan como el mejor lugar para deambular sin que les suponga mucho esfuerzo, se levanta un muro más alto en todos los niveles. Ya no es sólo la cantidad de regalos; es también la incapacidad para expresarse de unos, la casi imposibilidad de leer un texto simple y entenderlo, la capacidad de atender más allá de unos breves minutos. Si como decía Muñoz Molina, uno es lo que la escuela le hizo, en algo esta escuela actual, los que la diseñan, los que la llevamos cada día, y los que a ella asiten, estamos fallando en crear esta nueva generación de ciudadanos, si no nos planteamos que acaso falló la escuela que nos educó como padres y ahora no sabemos resolver la papeleta.

8.1.08

Recortes de prensa y una evidencia.

En estos días pasados hemos asistido a la publicación de dos artículos en prensa sobre educación de los que varios e ilustres blogueros se han hecho eco. El primero publicado en El País por Antonio Muñoz Molina el pasado 15 de Diciembre y en el que bajo el título de El libro ilimitado viene a afirmar... "La enseñanza pública se deteriora irreparablemente en España gracias a una conspiración de ignorancia tramada desde hace años por la chusma política y la secta pedagógica y las autoridades ya tienen un culpable: el franquismo. Quién si no. Como mi tierra natal está incluso a la cola del desastre leo que la consejera de Educación de la Junta de Andalucía ha descubierto una causa todavía más lejana: nuestro atraso histórico. A ellos, los socialistas que llevan gobernando en Andalucía un cuarto de siglo, que los registren. Pienso en mis maestros, los que me enseñaron contra viento y marea a leer y a escribir y a amar el conocimiento en años de oscurantismo y pobreza; pienso en tantos profesores vocacionales y derrotados que conozco, en las cartas despectivas o perdonavidas o del todo insultantes de pedagogos y expertos, de enchufados de diverso pelaje, que he recibido sin falta cada vez que he escrito sobre las quejas amargas de mis amigos profesores y sobre lo que yo estaba descubriendo con mis propios ojos con sólo hojear los libros de texto de mis hijos y escuchar las historias que me contaban al volver de la escuela.

A los expertos, a los gurús de la jerga psicopedagógica y a los enchufados no les cabía la menor duda: los que alertábamos sobre la degradación de la enseñanza nos habíamos vuelto de derechas y no sabíamos nada, no entendíamos de nada. Ellos sí que entendían: a la vista están los resultados
." Y continua más adelante con..." mucho más grave es que la escuela esté fracasando en su tarea de despertar en cada uno sus mejores facultades, de actuar como palanca de progreso social. ¿Qué porvenir laboral tiene un hijo de trabajador o de inmigrante que a los quince años no es capaz de comprender un párrafo de tres líneas? ¿Qué podrá aprender sobre la complejidad del mundo y la de su propia alma quien no cuenta con la luz de las palabras escritas? El nivel cultural y académico de los padres es factor decisivo, asegura el periódico. Subiendo por las escaleras del metro me pregunto con ira y dolor qué habría sido de mí, de tantos de nosotros, si no hubiera sido por la escuela y por el instituto. Nuestros padres, niños en la guerra, escribían y leían con dificultad. En nuestras casas, donde había tan poco, mal podía haber libros. La escuela nos hizo lo que somos". Con lo que poco más queda que decir.

Y sin embargo Arturo Pérez Reverte publica en su columna, Patente de Corso, en el semanario XL Semanal una reflexión en la que, bajo el título Permitidme tutearos, imbéciles, se explaya sobre nuestros políticos y sobre cómo están dejando nuestra educación. Afirma Pérez Reverte ..."Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.

Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.

Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado
". Poco más que añadir si lo unimos a lo anterior.

Eso sí una evidencia. En mi clase de 22 alumnos/as sólo tres han recibido un libro como parte de sus regalos de Reyes, ninguno de ellos, claro está, es un "mal" alumno/a, mientras que aquellos/as alumnos/as que van más retrasados/as sí que destacan por el volumen (material y económico) de sus regalos. Como colofón, en el curso de mi hija, 1º de Bachillerato, a una alumna repetidora (más de una vez) y con cinco suspensos en esta evaluación le han regalado un coche en estos Reyes. Con cosas así, sobra todo, sobra hasta casi la escuela.

7.1.08

Tradición, modernidad y rutina.

Hoy es un día especial, un día de esos que sirve de puente entre las fiestas y la vuelta a la "normalidad" del día a día, un tránsito entre dos mundos que se entrecruzan de forma muy particular en estas fechas.

Hoy comenzaremos a empaquetar los adornos navideños, echaremos un vistazo a los bártulos de nuestro trabajo y nos iremos a la cama sabiendo que mañana comenzaremos de nuevo con la rutina que suponen nuestras tareas laborales.

Se fueron las fiestas y muchos, sobre todo adultos, pensaremos que es una semibendición volver a los quehaceres diarios, olvidarnos por unos días de ese clima de afectividad impostada, de reuniones forzadas por la tradición, de comidas ajenas a nuestro menú diario, de bombardeos publicitarios constantes , etc... Y es que una de las cosas que parece no querer cambiar, aunque todo lo que le rodea sea radicalmente nuevo, es la Navidad.

Hace un par de décadas, no más, todo este espectáculo navideño empezó a cambiar. Las luces se adelantaron, Papá Noel empezó, tímidamente entonces, a aparecer en las casas de algunos progres que sirvieron de detonante a la actual eclosión de regalos en Navidad, las reuniones de empresa dejaron de ser unas copas compradas a escote para tomar cuerpo en restaurantes y ventas de postín, las comidas en las casas empezaron a poblarse de productos y recetas que hasta entonces eran desconocidas en las mesas del común ciudadano. Y no es que eleve un canto a que cualquier Navidad pasada fue mejor, ¡qué va!. Sé que muchos pensaréis que lo que de verdad ha cambiado es la edad del que escribe; que la Navidad sin ser niño ya no es lo mismo. Y aunque en eso lleváis razón, hay muchos factores que han cambiado tanto que, en cierta manera, han desvirtuado la Navidad de los adultos.

Una de las principales razones que hacían de la Navidad unas fiestas "entrañables y familiares" era que, por desgracia, sólo en fechas señaladas podía la familia reunirse. No olvidemos cómo eran nuestros coches hace 20 años (quien lo tuviera), cómo eran nuestras carreteras, y sobre todo cómo era el concepto del viaje hace esos años. Por tanto el reunirnos en familia en esos días tenía un sentido de necesidad afectiva, de reforzamiento de pertenencia a un grupo, frente a una obligación derivada de esa necesidad que hoy día, en que podemos ver a la familia cuantas veces queramos al año, deja de tener todo el sentido que antes le dábamos.

Las comidas de Navidad eran un extra, suponían un esfuerzo real para llevar a la mesa un pavo, algo de marisco, embutidos de cierta calidad, turrones y bebidas espirituosas que en el resto del año no estaban a nuestro alcance. Hoy día todo eso ya no tiene esa función. En la TV ví el otro día cómo ofertaban un Bogavante (no decían de dónde y si era el mismo Bogavante de nuestras costas) a sólo 9,95 Euros el Kilo. Por tanto podemos poner en nuestra mesa, y de hecho así lo hacemos, toda esa colección de manjares casi una o dos veces al mes, dejando la mesa de Navidad como una más del año, no como aquella mesa que se esperaba con fruición.

Por otro lado los regalos cada vez forman más parte de un rito comercial que de un acto de ofrecer al destinatario del mismo un pequeño (o grande) detalle de cómo lo vemos a través del presente que se le hace. Ya sé que un cepillo de dientes eléctrico no supone que veamos a esa persona como paciente de Gingivitis, y en el normal de los casos lo habrá pedido como regalo, pero sí que se hace incomprensible ver a personas que salen a comprar sin saber qué va a regalar a esa persona, buscando simplemente un objeto que poner dentro de un envoltorio, sin dotarlo de una parte del que lo regala. Desgraciadamente, hace esos 20 años que hemos marcado como frontera, el número de regalos era mucho más concreto y la posibilidad de destinar más dinero a su compra era mucho más reducida por lo que creo, necesidad obliga, que se dedicaba más tiempo a pensar en las personas a las que regalábamos y lo que les regalábamos.

En definitiva una tradición que se mantiene pese a la modernidad de todo lo que cada vez la globaliza, comercializa y desvirtúa más. Menos mal que siempre nos quedará la rutina.


Un saludo y mis mejores deseos para este año 2008.