29.6.11

Adiós Rockberto



Tarde, el puñetero trabajo te impide acercarte a lo que te gusta, me entero de que Rockberto, el cantante de Tabletom ha muerto.

Cuántas buenas horas me ha deparado escuchar Tipos Duros, Reggae las macetas, Paco, o aquel primer Pescaito Frito por el que muchos de mi generación nos acercamos a ellos y hemos estado 35 años siguiéndolos. Sin ir más lejos ayer escuchaba el magnífico directo del disco Vivitos y Coleando. Mañana en el trabajo sonará todo el día.

Allí donde esté seguro que se encontrará a Silvio y seguirán dando guerra por los bares del lugar.

Me queda, nos queda, su música.

Os dejo esta semblanza sacada de Efe Eme, y que firma el periodista HÉCTOR MÁRQUEZ.




Era de la misma estirpe de los corsarios que vivieron sin poner fronteras a todo lo que podía entrar o salir de su cuerpo. Roberto González, Rockberto, fue el alma ácrata y dulcemente incómoda de una ciudad donde el anarquismo la chispa genialoide y la indolencia se encuentran en la base misma de su ADN. Murió a las 4 de la madrugada de hoy domingo, 12 de junio, tras cerca de tres semanas en la UVI del Hospital Clínico de Málaga. Murió de decir basta, por su mala salud de hierro, por su tendencia inquebrantable a seguir su camino de losetas amarillas de bajada, porque ya no había forma de que el coche arrancara una vez más.

Cantante de voz de graja y perfil de chamán de Tolkien, contrahecho y chulo como un ocho, Roberto fue cofundador junto con los hermanos Perico y Pepillo Ramírez –guitarra y vientos del grupo– de uno de los grupos más genuinos de rock que el Sur español haya creado nunca: Tabletom. Tabletom fue fundado a finales de los años 70 al socaire del espíritu libertario y underground que había surgido en otras plazas andaluzas, Sevilla sobre todo –con sus Smash, Silvio y, posteriormente, Veneno–, y en Cataluña. El grupo se sustentaba en el carisma poco justificable de Roberto, cuyo innegable espíritu rockero contrastaba con la fragilidad de su voz de lija. Una voz que fue destrozando paulatinamente en potencia como fue cultivando en matices de agonía. Tabletom siempre tuvo una existencia tan errática como inquebrantable: “inoxidable” era el adjetivo favorito del grupo y de Roberto.

La anarquía de su gestión musical y comercial hizo que no se conociera y se apreciara su obra fuera de su ciudad natal como hubieran merecido. Realmente no fue sino hasta que Extremoduro hizo en “Agila” una versión del clásico del grupo, escrito por Roberto, ‘Me estoy quitando’ (en referencia a unas declaraciones de Camarón, buen amigo de la trinidad fundacional de Tabletom, con respecto a su adicción a la heroína: “me estoy quitando, me estoy quitando, sólo me meto de vez en cuando”), que el público del rock fuera de Málaga y Andalucía comenzó a tener noticias de aquel grupo liderado por un cantante tan caótico como genial. Así descubrió a un grupo compuesto por músicos excelentes pero incapaz para crear una carrera medianamente sometida a las exigencias comerciales de la industria discográfica.



Aunque algunos medios lo asociaban al Nuevo Flamenco, quizás por su amistad y cogeneración con los Veneno, Raimundo, Camarón o Silvio, su estilo musical estuvo más cercano al rock progresivo de tintes jazzísticos propios de Soft Machine o Van der Graaf Generator. Eso sí, el espíritu de sus aires sureños no había quien se lo quitara. Rockberto era un rockero flamenco al que le costaba un mundo entonar tanto una bulería como un cumpleaños feliz. Su producción fue, como su vida, dispar, plagada de silencios temporales y llena de grandes iluminaciones, fogonazos de genialidad en canciones a veces escritas por él, a veces adaptadas de las letras del poeta malagueño Juan Miguel González, un escritor fabuloso, tímido y tardomodernista, dotado de tal precisión métrica, acracia espiritual y melancolía por el paso del tiempo, que casi se convirtió en la voz literaria de Roberto. Discos como “Mezclalina”, “Recuerdos del futuro”, “Inoxidable”, “Tabletom”, “La parte chunga”, “Rayya”, “Vivitos y coleando”, “7000 kilos”, “Lo más peor de Tabletom” o el último editado, en 2008, “Sigamos en las nubes”, varios de ellos publicados por Nuevos Medios, han contribuido a dejar constancia de su obra. Desde los primeros años noventa, Tabletom fue logrando un estatus de respetables y veteranos rockeros que no fue a más por la perenne dificultad de trabajar con Roberto con algo más que dos horas por delante.

Pero, aunque tienen trabajos grabados muy buenos, ningún disco fue capaz de recoger del todo la magia de Tabletom, que no era sino la magia de Roberto rodeado de unos músicos excepcionales, varios profesores de conservatorio, y del espíritu constante de su amigo Perico Ramírez, guitarra, compositor principal y cofundador del grupo, con quien siempre estaba discutiendo, como un hermano mayor cuando intenta que su díscolo hermanito no se acabe antes de tiempo. Como Curro Romero, Roberto fue tan capaz de grandes espantás que duraban semanas trufadas de actuaciones penosas, como de momentos sublimes y llenos de inspiración. Pero todo, su tormento y su éxtasis, se lo hizo siempre encima, sin ocultar nada. Roberto se convirtió en un icono de su ciudad, en un personaje entrañable que lo mismo te pedía diez euros que te regalaba alguna de sus certeras reflexiones sobre la existencia llenas de humor y sabiduría. Era una gloria sin pedestal ni corona, porque si los tuviera, los habría empeñado. Un personaje al que muchos confundían con un cartonero o un “homeless”, pero que era más digno que todos los reyes juntos, el escudo y el símbolo de la resistencia a una vida que pretende que vayas renunciando poco a poco a tu espíritu libre.

Nadie le hizo nunca un homenaje oficial a Roberto, posiblemente porque no había político que se atreviera a que Roberto le recordara su desnudez de rey vanidoso en cualquier momento. Pero sus fans y seguidores, que crecían y crecían entre generaciones que compartían su espíritu libertario, su ingenio socarrón y su militancia cannábica, le han homenajeado siempre con conciertos, páginas web, artículos, camisetas, caricaturas, y le han seguido allá donde fuese.

Fue genio y figura hasta el final. Ingresado alrededor del día 25 de mayo pasado en el Hospital Civil de Málaga, porque ya no le quedaban pulmones, la circulación le corría como un desastre y su cuerpecillo de Diógenes estaba tan achicharrado que no sabía cómo pedirle una tregua a su inquilino, González vio cómo su espíritu y sus canciones servían de inspiración a los recientes movimientos ciudadanos que reclamaban una democracia real. Durante su estancia en la UVI del hospital llegó a mejorar levemente. En una de ésas, declaró con su enorme socarronería a un amigo que fue a visitarlo y le contaba sobre los movimientos ciudadanos contra los privilegios de una clase política a la que ya ni siquiera se tomaba de la molestia de despreciar: “cuando sarga de aquí”, dijo mirando los tubos que le mantenían con vida, “voy a escribir una canción sobre mí: el hombre enchufado”.

No. No la llegó a escribir. Esta tarde varias generaciones de abuelos, padres e hijos semejantes en su peculiar manera de entender la libertad, la transgeneración malaguita tabletonera, le tributaron un adiós en el cementerio de Parcemasa. Allí los miembros de Danza Invisible, de Los Perrillos, el amigo y maestro Kiko Veneno, el poeta Juan Miguel González, todos los componentes que son o han sido de Tabletom y más de 200 personas ocuparon una capilla, pusieron una foto de un Roberto juvenil y aún sin cicatrices en el altar y cantaron Málaga como otros hubieran cantado el Cordero de Dios. Un documental de próximo estreno sobre el grupo, realizado por el músico y amigo Salvador Marina, será el último testimonio filmado de este titán del vive y deja y vivir, que gastó su salud sin miramientos porque para eso era suya.

Es el momento de que suenen canciones como ‘Somos tipos duros’, ‘El vampiro’, ‘Guadalmedina’, ‘Algo así como un tango’, ‘Reggae del amor’, ‘La parte chunga’, ‘Málaga’ o ‘Pescaíto Frito’. Roberto González, antiguo contable de un banco, lector inteligente cuando no estaba en el más acá, filósofo de barra y calle, cantante con una cuerda vocal más ronca que Tom Waits en subida de bourbon, humorista espontáneo, más rockero que Van Morrison y más flamenco que La Paquera, libertario, drogota, confundador de Tabletom, mito y símbolo a su pesar, ha muerto en Málaga a los sesenta años porque ya no le quedaba más vida que gastar en los bolsillos. Dicen hoy muchos que ahora empieza su leyenda. No es exacto: Roberto ya nació legendario. Y se bebió de un trago todo el título.

[Héctor Márquez es periodista, escritor y gestor cultural. Creador y director del ciclo La Música Contada.

Aún tenemos razones para creer en la Educación.

Después de lo de ayer y aprovechando el final de curso en el que, afortunadamente, podemos desconectar y cargar las pilas, os dejo este vídeo que rezuma optimismo y creatividad por los cuatro costados. Lo han realizado los compañeros y compañeras del colegio canario María Rosa Alonso, a los que felicitamos por este trabajo refrescante e ilusionante que nos han dejado.

Aún tenemos razones para creer en la Educación, con mayúscula y con minúscula.

28.6.11

La escuela es "asín". (VI)



Encuentro en este blog los artículos que os copio a continuación. Cualquier parecido con la realidad podría quedarse corto. En fin, leedlos y pensad si alguna vez habéis visto o vivido algo parecido. Yo me temo que sí.









CONCIENCIA DE CLASE


Doy Inglés en un Centro de Actuación Educativa Preferente de Sevilla. Cualquiera que se dedique a esta profesión puede suponer que aquí los niveles son bajos y que hay problemas serios de disciplina... Pues no.
Un señor entra a mi clase. Explico algo de teoría (lo mínimo) y hacemos unas actividades. La atención de la mayoría de los alumnos, como es habitual, brilla por su ausencia. Unos se insultan. Otros interrumpen cada dos por tres. Los hay que tardan un rato en sacar el material o que pasan el tiempo haciendo dibujos. Una llama a gritos por la ventana a no sé quién que está en el patio.
Al señor no se le ocurre otra cosa que empezar a hablarles en inglés. Ellos responden a todo que yes, que yes. Al momento se percata de que no le entienden. Se enfada y se va del aula mientras los niños preguntan quién es ese tío, del que han pasado bastante cuando les ha preguntado. Por lo visto ha ido a hablar con la Dirección, indignadísimo, porque no concibe un nivel tan bajo y un comportamiento semejante del alumnado. Lo mejor es que me achaca a mí la culpa de todo. ¿Dónde se pensaba este hombre que había entrado? Parece que no sabe qué es un grupo bomba ni lo que es un centro como el nuestro.
Definitivamente, el Inspector no tiene ninguna conciencia de clase.


VISITA DE INSPECCIÓN


El señor inspector nos pide la programación a todos los miembros del departamento. Se nos mete en clase, nos pide las adaptaciones, programas de recuperación, de refuerzo y cualquier cosa que se le pasa por la cabeza. Después de todo esto comprueba que yo voy con retraso respecto a mis compañeros de departamento, porque aún estoy en el tema 2 mientras que ellos ya tienen avanzado el 4. Ni siquiera puedo decir que a partir de ese momento ese señor empiece a cuestionar mi trabajo y profesionalidad, porque lo que realmente ocurre es que directamente me dice que no sé hacer mi trabajo y que me va a abrir un expediente por ello. No doy crédito a lo que estoy escuchando. Le digo que en ninguna normativa pone que te puedan expedientar por algo así. Insiste en que sí que se puede y que lo hará.
Mi estado de nervios inicial va dando paso al de rabia e indignación. Tras hablar con varios compañeros, decido ponerme en contacto con el sindicato USTEA. Afortunadamente su intervención es determinante para que la cosa se paralice.
La cacería ha comenzado y no usan balas de fogueo.


LA REALIDAD SUPERA LA FICCIÓN


(Interior de una sala de reuniones. Asientos cómodos y de primera calidad. Hombres, muchos hombres.)
DELEGADO: Os he reunido para transmitiros una directriz capital para el éxito de nuestro sistema educativo. (Pausa. Observa a su auditorio.) Vamos a hacer un estudio pormenorizado del número de alumnos y alumnas que aprueba cada profesor. Trabajaremos con datos concretos y porcentajes de aprobados a nivel andaluz. Y es aquí donde vosotros jugáis un papel imprescindible: vais a estar encima de quienes no lleguen a la media de aprobados. Vais a aburrirles a papeles, informes, reuniones... Entraréis en sus clases por sorpresa. Les mandaréis que hagan los cursos más peregrinos del CEP. Les pediréis de todo, por absurdo que sea, pero que acaben aprobando o les irá mal, muy mal. (Los inspectores se incomodan en sus asientos. Uno levanta la mano.)
INSPECTOR 1: ¿No es un poco excesivo?
DELEGADO: ¿Excesivo? Que sigamos siendo el hazmerreír de España y de Europa en el Informe PISA, eso sí es excesivo. Y no podemos volver a permitírnoslo. Hay que reducir el fracaso escolar como sea. ¿Entendido? Como sea. (Pausa. El aire se puede cortar.)
INSPECTOR 2: Quizás no sea esa la mejor forma de reducir el fracaso escolar.
DELEGADO: Vosotros no estáis aquí para decidir, sino para ejecutar. Las decisiones vienen de arriba y no son discutibles. Asunto concluido. No se hable más. Esto es lo que hay.
(Algunos inspectores muestran su malestar, pero son los menos. La mayoría asume disciplinadamente el discurso, sin cuestionarlo siquiera. Es la hora de la pausa.)


(Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia)

23.6.11

Reglar: legislar para controlar la educación



Bien vale, para la tranquilidad mental y profesional de un docente de a pie como quien esto escribe, que todo un coordinador de los informes PISA tenga a bien reflexionar sobre el grado de control al que estamos sometidos los y las docentes y el sistema educativo general. Más o menos aquello de dejar todo atado y bien atado que dijo, hace años, el dictador.

Poco ha cambiado el sistema desde entonces en este aspecto y si ha habido algún cambio ha ido siempre más en la dirección de controlar desde arriba lo que se hace no sea que desde abajo se vaya a desmadrar el sistema y nos salga algo que no queremos. Claro, que viendo lo que hay, uno se extraña que bajo ningún concepto, cifra, análisis o lo que se quiera de todos esos resultados que nuestra educación ofrece desde distintos estudios, informes, pruebas, etc... nunca se haya apostado por detectar problemas y proponer soluciones desde cada centro y cada aula, y que el sistema se adapte a esas realidades y no las realidades al sistema.

Algo parecido viene a decir este artículo publicado en el diario Público. El final es de manual.

"La educación española está demasiado reglada"
Andreas Schleicher, coordinador del Informe PISA sobre educación, lamenta el aislamiento de los docentes en España


FERNANDO VICENTE SEVILLA 22/06/2011

Nacido en la fría ciudad de Hamburgo, puerto del norte de Alemania, Andreas Schleicher llegó ayer a una tórrida Sevilla para romper los esquemas de los parlamentarios andaluces. Estos querían oír las explicaciones del coordinador del Informe PISA de la OCDE sobre los reiterados malos resultados del sistema educativo español y lo primero que hizo fue romper mitos.

Sostiene usted que en España los profesores no están mal pagados.

Absolutamente. En términos comparados, España no invierte poco en educación y trata bien a sus profesores. El problema es que no les proporciona el tipo de ambiente laboral que se da en los sistemas educativos que mejor funcionan y que gastan su dinero de otra manera, dando prioridad a la calidad de los profesores sobre el tamaño de las aulas.

¿El problema está en el profesorado?

España debe asegurarse de atraer a los mejores profesores para crear las aulas más exigentes y de conseguir a los mejores directores para las escuelas más difíciles. Debe movilizar sus recursos para crear un ambiente en el que todo el mundo pueda progresar, en el que los profesores aprendan de los profesores, las escuelas aprendan de las escuelas

¿Cómo se hace eso?

Primero abandonando un sistema que ha sido muy reglado, de los que más en la OCDE, que les impone a los profesores no sólo qué hacer sino también un currículo sobrecargado. E instaurando otro que ponga el énfasis en la capacidad de los estudiantes para extrapolar lo que saben y aplicar sus conocimientos. Con un currículo tan extenso y detallado los profesores tienen que dedicar la mayor parte de su tiempo a recorrer su contenido, sin poder entrar en él con profundidad. En los sistemas con más éxito aprendes menos cosas con mayor profundidad y aprendes a usar ese tipo de conocimientos.

¿Y después?

Apostando por crear una carrera profesional. Ahora mismo el ambiente es más el de un entorno industrial, en el sentido de que alguien te dice lo que hacer y lo haces. La profesión médica es un buen ejemplo de cómo se crea conocimiento desde la misma profesión. A los médicos no les decimos lo que tienen que hacer, sino que les dotamos de la competencia profesional y les decimos qué objetivo deben conseguir.

La primera propuesta del candidato socialista a las generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido aplicar a la educación el sistema de acceso a la sanidad.

No conozco ese sistema, pero sí puedo decir que la profesionalización es clave.

Pasan un duro examen de selección inicial y luego se forman en los hospitales

Exactamente. En los mejores sistemas la educación del profesor se realiza fundamentalmente en la escuela, no en la Universidad. En Finlandia van a la Universidad el primer año y en el segundo ya van a una escuela a trabajar con otros profesores.

Y allí también estarán mejor pagados que aquí

De hecho, en términos de PIB, en Finlandia ganan menos. Atraer a los mejores a la profesión educativa es muy importante, y no se trata tanto del salario como del tipo de ambiente. Es el tema de las perspectivas profesionales, de la diversidad profesional, del potencial para aprender de otros profesores, de que el buen trabajo sea reconocido En definitiva, que exista una carrera profesional.

¿Y ahora no lo hay?

En España el profesor trabaja aislado en su aula, sin apenas relacionarse ni intercambiar experiencias. Hoy, un profesor que empieza enseñando matemáticas, 25 años después sigue enseñando matemáticas.

18.6.11

Increíble pero cierto.

Os aseguro que me ha dado un patatús de satisfacción al leer esto. No sé cómo lo han hehco pero os aseguro que me pongo a verlo. En principio FELICIDADES a este grupo de docentes. Se agradece poder hablar de cosas positivas en momentos como los actuales.


Un instituto de Leganés reduce a la mitad el fracaso escolar en cuatro años
EFE

El instituto Julio Verne ha logrado en cuatro años bajar a la mitad la tasa de fracaso escolar al terminar la ESO, con un modelo educativo y de convivencia activo, impulsado por la dirección y basado en atención individualizada, clases amenas, implicación y satisfacción del profesorado.

"No vendemos humo. La escuela pública mejora no sólo con dinero, sino con actitud. Muchas veces nos perdemos en ideología y zarandajas", enfatiza el director, Juan José Nieto.

Así, el fracaso escolar, asegura, ha bajado al 14 por ciento y los repetidores de primero de ESO al 13 por ciento.

No es de la noche a la mañana, sino por el esfuerzo del equipo humano y la mejora de instalaciones, explica Nieto, que lleva siete al frente del centro.

Para evitar males en la secundaria, agrega, también que hay que reforzar la educación en primaria, donde un factor negativo puede ser el envejecimiento de maestros.

Este centro de Leganés es un "ser vivo" formado por un millar largo de alumnos de ESO, Bachillerato, FP y Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) y un centenar de docentes, siempre atentos a programas nacionales y europeos de movilidad e intercambio.

Pero también se implican, al menos una parte, fuera del aula: un mercadillo para un viaje de estudios, una feria del ocio, la Jornada Mundial de la Juventud o la construcción de un colegio en Kenia.

Además, se organiza una escuela de padres, otra de alimentación o se da formación sobre acoso en la red.

El proyecto estrella cumple seis años: la tutoría personalizada para los muchachos (unos 85) con más problemas personales, sociales o académicos, a cargo de profesores voluntarios que "luchan" por recuperarlos antes de que acaben expulsados.

"Es importante que los alumnos perciban que los quieren", asegura Nieto, que saluda a estudiantes por el nombre o les pregunta por cuestiones personales mientras recorre con Efe aulas, laboratorios y talleres, donde el orden y la limpieza son norma.

Además, se trabaja el aprendizaje "colaborativo", en el que los alumnos con más capacidad ayudan a otros.

Entretanto, los grupos de PCPI "progresan adecuadamente", también gracias a la implicación docente.

El factor humano es fundamental: equipos directivos que tiren y enseñantes que se lo crean, pero hay que incentivar en la carrera profesional o económicamente a quien se esfuerza, apostilla el director, que preside la plataforma "Mejora tu escuela pública".

Maribel, la coordinadora del primer ciclo de ESO, subraya que los profesores se sienten respaldados por la dirección en sus iniciativas; ella trabaja "muy a gusto" y busca que los alumnos se sientan igual.

Y Victoria, psicóloga y profesora de Formación y Orientación Laboral, destaca la calidad humana y el liderazgo de la dirección y remata: "La clase tiene que estar impregnada de inteligencia emocional".

La jefa del Departamento de Orientación, Sagrario Jiménez, asegura que existe, en general, predisposición del claustro para implicarse. Si alguien no está dispuesto, "pronto se deja llevar por la mayoría".

Según la encuesta interna del curso 2009-2010, contestada por 46 docentes, el 92 por ciento estaba satisfecho de trabajar en el centro y el 98 por ciento valoraba la facilidad de comunicación con el equipo directivo.

Aparte, el centro dispone de medios materiales, a los que simplemente hace falta sacarles partido, dice el director, aunque el 43,5 por ciento de docentes encuestados consideraba que los recursos no eran suficientes.

¿Y qué es lo mejor para los alumnos? "El ambiente, nos tratan con respeto; la cercanía de los profesores". Es, al menos, lo que opinan algunos.

Los muchachos tienen que venir relajados, a disfrutar, corrobora el coordinador de actividades extraescolares, Juan Limón.

Apenas hay absentismo y se intenta atajar rápidamente cualquier conflicto entre alumnos.

"Las actividades extraescolares son un medio para que interioricen las normas de convivencia", precisa Nieto. Y Limón añade que se les inculca que representan al instituto vayan donde vayan.

"Es como una gran familia", resume Estrella, que regenta la cafetería y es madre de una antigua alumna y de una estudiante de Bachillerato.

17.6.11

Docentes de diverso nivel: error subsanable



Esta noticia que os dejo, y que publicó en su día Diario de Cádiz, viene a mostrar el error que se sigue cometiendo dentro del sistema educativo al mantener como docentes a personas que no se han formado específicamente para ello, salvo que consideremos formación al antiguo CAP o a un proceso de oposiciones, y a la vez a personas cuya formación científica en muchas materias deja que desear.



Desde hace años hay personas que venimos defendiendo que el docente debe tener, independientemente del nivel que imparta, una sóla y sólida titulación, la de docente. De nada sirve argumentar que es más necesaria una formación científica mayor para Bachillerato que para Educación Infantil. ¿Es acaso más difícil explicar Física en 2º de Bachillerato que hacer que un chaval de 1º de Primaria entienda que a 1 le podemos quitar 4? Evidentemente me parece infinitamente más difícil enseñar (bien) a leer que trabajar los sintagmas o las proposiciones subordinadas y sin embargo se cobra menos, se tiene menos prestigio si eres docente en primaria que si das clase en Bachillerato. Y a raiz de esto me planteo ¿no afecta a los alumnos/as de niveles más altos que la formación pedagógica de sus docentes sea más reducida? ¿no afecta a los niveles más iniciales del proceso educativo que la formación científica de sus docentes sea menor? Entonces ¿por qué no apoyar un cuerpo único de enseñantes? Yo no lo entiendo pero tampoco encuentro nadie capaz de explicarmelo.




Os dejo el artículo en cuestión.



"Filóloga, pero no maestra"
Educación despide, a falta de un mes para acabar el curso, a una profesora de Primaria de un colegio de Chiclana al descubrir que no tiene el título de Magisterio

Pedro Ingelmo / Cádiz 04.06.2011

Raquel E.H. es una profesora competente que tiene una licenciatura en Filología y sabe alemán en un colegio bilingüe de Chiclana que oferta educación en español y alemán. Raquel es tutora (era) de 1ºA de los niños de Primaria del CEIP Nuestra Señora de los Remedios. En abril se descubrió, es más, lo descubrió ella, que tenía una pequeña limitación. Consistía en que Raquel, muy querida por niños, padres y compañeros, no tenía la carrera de Magisterio. No podía ser la tutora de estos niños. ¿Era buena en su trabajo? Sí. ¿Sabía alemán? Sí. ¿Tenía el título de Magisterio? No.

Sobre esta base se ha generado un miniescándalo en el mundillo de la educación, un miniescándalo que fuentes de la delegación provincial reconocen: "Pues se pasó, no se sabe muy bien cómo. El personal es tan extenso, se mueven tal cantidad de solicitudes y, de repente, te encuentras con que tienes un colegio que oferta alemán y no hay personal con conocimientos de alemán, por lo que acudes a una bolsa general. Los controles fallaron, es cierto. No fue culpa de nadie. La profesora empezó su trabajo en el centro, su trabajo lo hacía bien y nadie se percató que no tenía esa titulación. De hecho, nadie se hubiera dado cuenta si ella misma no hubiera alertado de su titulación. Ella puede aspirar a un puesto en Secundaria, pero no en Primaria", explican desde la delegación de Eduación.

La profesora ha recibido todo el apoyo de sus compañeros y la indignación se elevó al claustro, que manifestó su indignación por elevación. El problema no era Raquel, nunca lo había sido. Redactaron lo siguiente: "Los verdaderos protagonistas de la Educación son los niños y las niñas, y seguiremos desempeñando nuestra labor de la mejor manera posible a pesar de los múltiples obstáculos que nos encontramos en el día a día, incluyendo los que crea nuestra propia administración". Lo firman 46 profesores del centro. Porque el caso de Raquel, con todo el error a sus espaldas, lo que estaba trasluciendo era un malestar mucho mayor.

De hecho, el equipo directivo del centro se mostró dispuesto a dimitir cuando, a finales de curso, la tutora de 1º quedaba fuera por un error que a ellos les parecía que se podía subsanar pero una vez acabado el curso, "atendiendo más al sentido común y no a razones meramente burocráticas".

La delegación de Educación no puede evitar encogerse de hombros: "Si conocemos una situación que es irregular, si sabemos y comprobamos que la chica está haciendo bien su trabajo, si tenemos esos datos en nuestra mano… es que no podemos hacer otra cosa. Mirar hacia otro lado es incurrir en una ilegalidad a sabiendas. Y quizá sea injusto, pero no es eso de lo que estamos tratando, si no de lo que dice la norma".

9.6.11

Distorsionando la evaluación.


Ahora que se cierra el curso y llegan las evaluaciones, los docentes de a pie nos encontramos con las Pruebas de Diagnóstico y ahora además las pruebas Escala. Ni que decir tiene que en pleno final de curso, cuando hay que cerrar aquellos flecos que nos han ido quedando, cuando hay que dar a cada alumno y alumna los apoyos necesarios para que supere sus dificultades, debemos emplear nuestro tiempo (no sé si sería mejor decir perder nuestro tiempo) en corregir unas pruebas que han costado un dineral y que van a servir para dar una nueva estadística a nuestra administración, porque no olvidemos que lo que de verdad va a ser válido es la calificación que a final de curso se inscriba en el expediente de cada alumno/a.

Es decir, que en vez de dedicar tiempo a trabajar con los alumnos/as hay que dedicarlo a corregir unas pruebas cuando 20 días después se va a volver a evaluar a los mismos alumnos y alumnas. ¿Tiene sentido ese gasto de dinero y de esfuerzo en este momento tan delicado del curso? Es más, ¿tiene sentido esta prueba tal y como está concebida ahora mismo?

La verdad es que, y me repito mucho, todo esto responde por un lado a esa desconfianza del sistema sobre sus profesionales y por otro a esa "necesidad" de la Administración de vender una imagen de implicación en la educación que se queda en poco más que esto.

Si se desconfía del profesorado ¿por qué no se hacen unas pruebas realmente externas a la Administración diseñadas, aplicadas y corregidas por personal experto (que se demuestre esto, claro) pero sobre todo ajeno a la administración? Porque no olvidemos que los mismos que imparten las enseñanzas corrigen y mecanizan los resultados, aunque siempre habrá un "control" sobre ellos, mientras que si no hay ese "control" a lo mejor los resultados no sirven para el fin propuesto que no es otro que justificar el estado de la educación.

Y podría hablar largo y tendido sobre esto pero creo que la idea la dejé clara y por si acaso aquí os dejo un enlace del 2005, que ya ha llovido pero que mantiene su vigencia tras 6 años, seis, de pruebas y distracciones y seis años de no querer afrontar la realidad por donde se debe que no es sino plantear las necesidades y realidades de cada centro y desde ellos comenzar a trabajar. La educación no se construye desde arriba, desde Planes y Proyectos diseñados desde una cúpula sino desde Planes y Proyectos diseñados desde la realidad de cada pupitre concreto con nombres y apellidos.