2.2.11

Antigüedad.

Cuando la escribo me viene a la mente la idea de antigüedad, de tiempo pasado, que no necesariamente fue mejor. Pero no me resisto a citar a Carlos Marx cuando en un mundo globalizado y dominado por los mass media (qué antiguo suena esto también) se da carácter de verdad más a lo que parece que a lo que realmente hay detrás. Y todo esto a vueltas una vez más a la cantidad de propuestas, columnas de opinión, etc... que han surgido a raíz de los acuerdos europeos de reducir el abandono escolar en nuestros respectivos sistemas educativos, porque lo que se presenta es el resultado de un proceso pero no se entra en el análisis de por qué un sistema es capaz de dejar que un 30% de sus usuarios/as lo abandonen, que es en realidad dónde debiera incidirse primero y luego, desde las conclusiones elaboradas, generar un proceso de debate y toma de decisiones encaminadas a solucionar el problema.

En fin hoy me salió esto.


La manera como se presentan las cosas no es la manera como son; y si las cosas fueran como se presentan la ciencia entera sobraría". (C. Marx)

1.2.11

Educación automatizada

Tras mucho tiempo alejado de este cuaderno he vuelto a retomar la rutina, aunque nunca la he dejado del todo, de leer lo que otras personas, más sabias y preparadas que uno, van aportando con su esfuerzo a este mundo nuestro de la educación.

Hoy os dejo un nuevo enlace, y van..., a la Bitácora de Anibal de la Torre en la que nos aporta un nuevo acercamiento a esa forma de entender la educación más cercana a la persona y a sus necesidades y por tanto más alejada del planteamiento de nuestra administración dirigido a fomentar un modelo educativo más acorde con un mero trasvase de información y resultados, porque como bien dice Aníbal esto "... nos alejará de la dimensión educativa del asunto y nos hará tratar al alumnado más como a clientes o proveedores que como a personas."

Automatizando la educación

El proceso formativo de una persona con poca edad está muy ligado a su proceso educativo; intentar sistematizar las cosas más de lo preciso nos alejará de la dimensión educativa del asunto y nos hará tratar al alumnado más como a clientes o proveedores que como a personas.

En la medida que la legislación educativa ha ido complicando las estructuras curriculares, las editoriales han ido haciendo paralelamente el trabajo de programar por nosotros; hacer una programación didáctica de aula al gusto de los servicios de inspección se convierte a veces en un trabajo de ingeniería, aeronáutica diría yo. Aprovechando esa incertidumbre de muchos docentes y las pocas ganas de algunos de ellos, las editoriales de libros de texto han hecho el trabajo por nosotros y nos sirven en bandeja las programaciones ya elaboradas, para quien quiera "copipastearlas", lo que implica la aceptación completa de la propuesta editorial concreta.

Incluso hasta tenemos ya generadores automáticos de programaciones por competencias, programas informáticos en los que introducimos unas variables iniciales y se nos devuelve una programación ya elaborada que ¿permita atender a nuestra cartera de clientes?. Probablemente sea un sistema bueno y eficaz a la hora de programar, y dé respuestas a las exigencias que los sistemas demandan del profesorado. Pero desde luego, si como padre tuviera que elegir a la maestra o maestro de mis hijos por lo que programen, no tengo dudas de con qué tipo de docente me quedaría

Se puede rizar el rizo aún más? Pues sí, por ejemplo podemos analizar diferentes parámetros observables y objetivizables para identificar el nivel de engaño o gravedad que un alumno está desarrollando sobre su malestar corporal... análisis del estado y color de la sangre vertida, el tipo y momento del vómito o situación ante el dolor. Que sí, que seguro es útil también incluso en cuestiones relacionadas con la seguridad laboral o de las personas, pero a mí me da que con todo esto estamos desnaturalizando un poco las cosas. Es verdad que el proceso educativo de una persona es extremadamente complejo y no debería dejarse en manos del azar, pero "el acto educativo" en sí, en un momento y lugar determinado es algo muy sencillo y personal que no deberíamos complicar más de lo preciso.

27.1.11

¿Existen organizaciones competentes?


Sigo, reconozco que soy pesado, con el tema de los resultados escolares que tanto preocupan a nuestra administración.

No dudo que a los docentes nos preocupan y de qué manera, pero la realidad es que nuestros puntos de vista, de partida, de gestión y de interacción con ese "problema" que son los resultados camina en paralelo a la postura/visión de la Administración. No olvidemos que depende de qué y cómo, y muchas veces quien, mida una situación obtendremos resultados diferentes.

Por eso la pregunta del título de la entrada. ¿Existen organizaciones (pensemos en centros escolares en lugar de organización) competentes? entendiendo competencia en el sentido que a continuación se desarrolla.

El aprendizaje es un proceso muy difícil de administrar o gestionar por la organización. Las competencias son la parte visible del proceso de aprendizaje y refieren a la capacidad de lograr determinados objetivos. Una organización es competente cuando es capaz de concretar la intención en el logro de sus objetivos (Sánchez y Heene, 2000).


El desafío para desarrollar capacidades dinámicas incluye la capacidad de gestionar dilemas en el aprendizaje y generar nuevos conocimientos. Lo desafiante es crear la voluntad para permitir los niveles de autogobernabilidad necesarios para que el personal pueda utilizar plenamente esas competencias (Alvesson, 2004).


En el modelo de competencias, esto se traduce en desempeños que evidencian dicha capacidad: saber resolver problemas, responder exitosamente ante situaciones imprevistas, contribuir a establecer mejoras en los procedimientos, recibir e interpretar mensajes de otros miembros de la organización y del entorno, enviar mensajes a otros miembros, transformar estrategias en desempeños concretos.


Adquirir la capacidad de adaptación permanente de una organización, como eje de su supervivencia y desarrollo. Se trata de la disposición para adaptar constantemente las rutinas. Se requiere aprendizajes constantes, dinámicos y balanceados. Para gestionar estos aprendizajes, un modelo de competencias resulta una herramienta de gestión pertinente, capaz de compartir conocimiento en la organización y de generar nuevos conocimientos aplicables a sus procesos (innovación). [OIT, 2006]


Y según esto y mucho que ahora se queda en el tintero, ¿son competentes nuestros centros?. ¿Es competente la Administración? ¿Tenemos la formación y los recursos necesarios para ser competentes?


Pisa vendrá y nos lo dirá, otra vez, dentro de cuatro años. Al tiempo.

25.1.11

Comienzo de curso, mediados de curso... y Calidad




Cuando el pasado mes de Julio el TSJA anuló el Programa de Calidad y Mejora de los Rendimientos escolares, más conocido entre docentes y familias como Plan de Calidad, hubo muchas personas que, ingenuamente, pensamos que se había producido un hecho determinante para afrontar uno de los temas recurrentes en nuestro sistema educativo, la calidad del mismo, abriendo la posibilidad de crear un debate serio y profundo sobre qué calidad tenemos, cuál queremos y cómo conseguirla.

Tras casi seis meses de esta sentencia todo sigue igual o incluso peor ya que en la prensa el actual consejero, recordemos que es el 4º consejero en cuatro años, ha dejado caer que seguirán ofertando este plan a pesar de su anulación ya que el auto del TSJA ha sido recurrido por la administración y la Ley de Educación de Andalucía permite el pago de incentivos, a la vez que propone la "tutorización" de los profesores con peores resultados por parte de los que obtienen mejores índices. Como casi siempre en la administración andaluza el recurso castizo al “sostenella y no enmendalla”, volviendo a crear una contradicción entre la necesaria e imprescindible naturaleza elástica e integradora de cada escuela e instituto y la rígida y apodíctica naturaleza de la actual administración educativa. Un escalón más de distanciamiento entre la realidad y las ideas de la Consejería de Educación, una nueva negativa a conocer la verdadera situación de nuestros centros y sus trabajadores/as, algo sobre lo que Karl Popper venia a decir que la ignorancia no es una mera y simple falta de conocimientos, sino que viene a ser una postura activa que consiste en negarse a adquirirlo

Nadie hasta ahora, por lo que uno sabe, ha menospreciado la capacidad de la administración, de los sindicatos o de los ciudadanos en particular, de recurrir las sentencias con las que no se está de acuerdo. Eso es parte de nuestro sistema legal y evidentemente una sentencia no es firme hasta que la Justicia así lo dictamina.

Igualmente nadie niega, y así se recoge en la LEA, que en educación puedan establecerse incentivos como en cualquier otro estamento social. Me vienen a la mente los futbolistas por eso del inicio de la liga. Sin embargo sí que es muy difícil establecer qué incentivo pagar en función de qué resultado porque la educación no es un partido de 90 minutos en el que se pague, al final del mismo, por un empate o por ganar una copa. La educación es un proceso largo, con múltiples factores sociales, ambientales, económicos y sobre todo individuales, en los que esos incentivos debieran ser propuestos casi a la carta, personalizados en cada alumno/a, en cada aula, en cada ciclo y cada centro, dependiendo de sus concretas circunstancias. Como se ve un empeño casi imposible de cuantificar. Y por ende casi imposible de evaluar su consecución, y su pago, dado que habría que establecer un sistema evaluador individualizado, ajeno al docente que trabaja cada día con cada alumno/a y ver individualmente qué se ha conseguido de lo propuesto con cada uno.

Hasta ahora la administración ha pagado los incentivos de forma indiscriminada y sin que se acredite consecución alguna. Valgan como ejemplo los 600 euros que se abonaron el primer año en un plan que se publicó cuando los alumnos/as ya estaban de vacaciones y los docentes adscritos tan sólo habían suscrito su participación en el mismo Esto es lo que el TSJA ha anulado, el pago indiscriminado de incentivos sin que se acredite consecución alguna. A esto habría que añadir que, según datos ofrecidos por la Consejería en el Parlamento andaluz, el 67% del profesorado se ha negado a participar en este Plan tras tres convocatorias, renunciando a estos incentivos pero sobre todo pidiendo que se abriera un debate previo sobre qué calidad se quiere y cómo conseguirla.

Pero el problema sigue sin resolverse y sobre todo sin afrontarse. Somos muchos los que pensamos que hay que pensar localmente, desde cada centro y aula, para poder actuar globalmente con perspectiva de futuro y desde el entorno concreto de cada centro. Por eso la calidad en educación debe ser una meta concreta de cada contexto, dotada de medios adecuados e individualizados, pero sobre todo no centrada en resultados sino en procesos que consigan que tanto alumnos/as como profesores/as puedan construir y generar nuevos conocimientos partiendo de los que ya poseen. De ahí que haya que debatir sobre formación del profesorado, sobre la atención y asesoramiento a los padres y madres más allá de una hora a la semana para 20 familias, sobre curriculums, etc… Y por supuesto sobre incentivos, pero eso sí, de calidad.

24.1.11

De nuevo aquí.


Tras un periodo reparador en que uno debe alejarse de la realidad del día a día y tener una cierta perspectiva, a la vez que dedicar su tiempo y sus esfuerzos a otras actividades que lo requieren, retomo hoy, siete meses después, este cuaderno virtual para poder dejaros, y recibir, las opiniones, hechos, noticias, etc... que este mundo nuestro de la educación en minúsculas va generando.

Han pasado muchos días y han tenido lugar muchas cosas. Se anuló el mal llamado Plan de Calidad, por primera vez se condena a una familia por agresión a un docente en la provincia con pena de cárcel, ha habido un cambio sustancial en el mapa sindical de nuestra Comunidad, y así muchos otros eventos.

Ha habido lecturas hechas que no se han puesto en nuestro lateral y sitios web que visitar. Mucho trabajo de los días pasados y mucho el que nos quedará por venir. Por lo pronto os dejo este enlace para que veáis cómo nuestra Consejería sigue obviando nuestra labor y se descuelga con la afirmación que los "buenos" profesores/as tendrán que "tutorizar" a los que no obtienen buenos resultados.

No sabemos, aunque lo imaginamos, cómo se van a elegir a estos "buenos" docentes y en el fondo usar el divide y vencerás para que cada centro tenga su pequeño McCarthy y su particular "caza de brujas".

De analizar realmente la realidad y las necesidades de cada centro lo veremos otro día.

Un saludo y espero veros por aquí.

23.6.10

Vacaciones y aparcamiento de niños. (Y niñas)

Ahora que llegan las vacaciones vuelve a escucharse por todos los lugares esa famosa coletilla de cada final de curso: ¿Y ahora qué hago con los niños?, como si las pobres criaturas fueran un mueble o un vehículo al que en hora punta no encontramos donde aparcar.

La verdad es que los colegios e institutos siguen ahí cuando la actividad lectiva se acaba, por lo que no veo problema alguno para que siguieran abiertos durante todo el año y los chavales y chavalas que quisieran, o las familias que quisieran llevar a sus hijos/as, pudieran ser atendidos/as por monitores especializados que dieran vida a esos edificios durante todo el año a la vez que ayudarían a conciliar vida familiar y laboral y en épocas de crisis abrir un mercado laboral importante.

Aunque siempre, en estos casos, he respondido a esa pregunta con una frase sencilla: Dedicaos a vivir con vuestros hijos/as, a enseñarles que os importan, tal como en el vídeo que os dejo se hace.

P.D. FELICES VACACIONES


22.6.10

Perspectiva Educativa II o el dedo en la llaga.

Reflexionar sobre el acto educativo es muy complicado sobre todo si no se quiere perder la perspectiva de globalidad que la educación debe tener respecto al individuo que educa y al que es educado, todo ello en un contexto completo que conforman junto a su medio socio cultural y geográfico.

Por ello decía ayer que es muy difícil encontrar la forma de expresar aquello que uno siente, que uno ve, que uno diría, porque o bien los árboles no nos dejan ver el bosque o viceversa.

Así que cuando, vía AulaBlog 21, accedí al blog de José Luis Castillo y me encontré con esta entrada, no pude por menos de pensar que eso, exactamente eso, es lo que yo quería decir, aunque claro, mucho mejor expresado y concretado de lo que yo hubiera podido hacer. Por eso os copio todo el texto pero os invito a adentraros un poco en este blog cuya lectura es, yo diría, casi de obligado cumplimiento.



Un avance de la programación de aula para mis clases de Biología y Geología (metodología)
Escrito por José Luis Castillo en 1º ESO, 2º ESO, 3º ESO, 3º ESO Diversificación, 4º ESO, 4º ESO Diversificación, Metodología

He buscado en las páginas oficiales de la Consejería de Educación de La Junta de Andalucía algún lugar donde yo pudiera dejar a la vista mi programación de aula. Por si aprovecha a otros, por si alguien me la pudiera mejorar, por si alguien me la pudiera contradecir y ofrecerme alternativas a mí, a mi alumnado y a sus familias.

Y no he encontrado nada.

Así que… pues aquí mismo. Te dejo este avance de mi programación de aula para el curso 2010-2011 en mi blog. Un espacio privado a falta de un espacio público. ¡Qué se le va a hacer!

Te recuerdo que sólo es un avance. Por tanto, habrá flecos. Especialmente porque no quiero alargarme y cansarte. Pero lo esencial sí va a estar. Y lo esencial son dos aspectos en los que quiero centrarme: metodología y evaluación. En este post te cuento la metodología y en otro, seguidito, la evaluación.

¡Ojo! Partiendo antes de una base. Mi alumnado dispondrá de ordenadores y conexión a internet. O no. Por lo que la metodología y la evaluación tendrán que ser resistentes a cortes de conectividad. Que valga para un roto y un descosido, vamos. En ese sentido, probablemente el que podamos hacer uso de la mucho mayor velocidad que la red inalámbrica interna tiene, comparada con cualquier conexión a internet, será un factor decisivo (sirviendo en local, p.ej.).

Metodología

¿Qué hace el alumnado?

Habitualmente, callan y escuchan. Pues yo quiero que se pasen la hora hablando. En grupos de no menos de cuatro y no más de cinco. Hablando sobre cómo reflejar, en un producto digital, los aprendizajes que vayan realizando sobre una temática previamente elegida por el grupo (de entre las que le ofrece la materia independientemente de qué hayan elegido otros grupos). Y reflejándolos, claro. Dejando huella de la conversación que ha habido. Porque me interesan tanto o más los procesos que los productos. Que, por cierto, aunque se creen en grupo, serán de dos tipos. Invidivudales, encargados de reflejar el conocimiento adquirido a partir de los contenidos, con su aplicación a un contexto concreto. Colectivos, que buscan exactamente el camino opuesto: a partir de un contexto elegido previamente, de un problema o situación acordado por cada grupo, ver cómo encajan en él los contenidos ofrecidos por el currículum de la materia. Los individuales durarán lo que tarde en lograrse el conocimiento. El colectivo estará ahí todo el año. Será una tarea de fondo y con vocación integradora (recibiendo aportes de otras materias, pero también de lo informal y de lo no formal).

Así que hablar y crear productos digitales. Pero no sólo eso. Porque eso es lo que hace un alumno o alumna por estar en un grupo. Pero por estar en una clase, tendrá que comunicar, también, ese conocimiento logrado. Tanto el individual como el colectivo. Y compartirlo, ponerlo a disposición del resto. Y, si lo desea, tomar lo que quiera de lo que otros y otras comparten. Sí, eso que antes se llamaba copiar, ¿qué pasa?; sí, eso que, no sólo quiero que ocurra, sino que se reflejará positivamente en la evaluación, gracias a un mecanismo de cita de las fuentes.

Esa misma comunicación que se produce con los compañeros tendrá que darse conmigo y con sus familias. Porque, luego te lo cuento, yo voy a compartir mi proceso de evaluación con las familias. Y cuando digo compartir, digo compartir. No digo contar, informar… Digo coevaluar, si quieren.

Para poder realizar esto contará con dos referentes. El referente hecho a base de contenidos curriculares de la materia y el referente que incluye procesos asociados a competencias que querremos poner en juego en el aula. Serán referentes anchos para poder operar sobre ellos. Serán referentes excesivos para poder elegir, seleccionar, adaptar, estrecharlos para ajustarlos a cada persona. Y también serán referentes abiertos, en los que cabrán más contenidos y más procesos, si se consideran necesarios, si vienen. Los dos documentos serán publicados justo al inicio del curso. Aquí, en este blog (si la Consejería no le pone remedio claro, creando un espacio público que sirva para eso..).

Ah! Se me olvidaba. Ambos referentes contendrán los criterios de evaluación para cada uno de sus elementos. Pero sobre ellos no te puedo decir nada aún, porque esos criterios tendrá que crearlos en el aula el alumnado. Incluso personalizándolos, diferenciándose unos y otros en cuáles han elegido. Incluso cambiándolos a lo largo de proceso, en función de qué vaya resultando. Pero eso no lo puedo publicar al principio, no. Sólo te lo podré contar después de la primera o segunda semana de clase, que es a lo que nos vamos a dedicar esos días por completo. Necesitaremos tiempo porque en los criterios de evaluación, en la manera de demostrar que se ha logrado crear conoocimiento en cada elemento de los referentes, no valdrán verbos asociados con “recordar” ni con “comprender“. Sí podrán estar “analizar“, “opinar“, “implementar“, “crear“, “comunicar“, “emocionar“, que demuestran mejor las competencias. Y será imprescindible un contexto.

A todo esto… ¿qué hago yo?

Pues estar disponible para atender a los grupos en lo que me demanden. Y observar qué procesos están poniendo en juego las personas que hay en la clase. Incluyendo en esa observación tanto la que se produce de manera que no interrumpe el proceso, actuando desde fuera (observador), como la que provoca el proceso para observarlo (interlocutor). P.ej., una entrevista. Y anotando información sobre todo ello y poniendo esa información a disposición de las familias, del resto de los miembros del equipo docente y, también, de los compañeros y compañeras de mi departamento. Claro está, también generaré tiempos para realizar atención individual cuando se precise, bien yo mismo, bien estableciendo las conexiones necesarias entre el alumnado. Y, cómo no, tratando de que haya momentos de recapitulación, en la que la clase completa esté realizando el mismo proceso.

Además de a los procesos estaré atento a los productos. Mientras se elaboren, no al final. Al final, si algo está mal, es un error. Pero si lo miro durante su elaboración, es una oportunidad de aprendizaje. Espero contar con alguna herramienta que funcione como portafolio y me permita hacer esto eficientemente. Y, de paso, que permita lo que te decía antes, el mecanismo de copia y opinión entre el alumnado.

No sólo estaré atento a procesos (individuales, grupales, colectivos) y productos (individuales, colectivos). Corregiré exámenes. Sí. Pero serán exámenes con función validadora, no calificativa. Exámenes coherentes con los criterios de evaluación elegidos por el alumnado. Por tanto, nadie más adecuado para elegir las preguntas que deban demostrar conocimiento que el propio alumnado (aunque sea yo quien debe validarlas).

También quiero crear situaciones prácticas, en las que el conocimiento no surja de la gestión de la información, sino del escrutinio de la realidad desde el punto de vista de la materia.

¿Y las familias?

Hasta ahora las familias se ocupaban de la función de regañar. Regañar a sus hijos o hijas si las notas no eran buenas, regañar al profesorado si algo no iba como se supone que debía ir. Yo quiero ofrecer un espacio para cambiar eso. Quiero que las familias hablen. Con sus hijos e hijas. Cada día. Y no sobre notas, no, que las notas no son sino números, sino sobre aprendizajes. Que la pregunta “qué has aprendido hoy” sustituya a la típica “qué has sacado”. Hablar cada día un ratito, de usos y contextos de los aprendizajes logrados.

Y, por supuesto, que hablen conmigo. Que me suministren información sobre el otro gran espacio de aprendizaje que es la casa. Que programemos la actividad del alumnado allí y que haya evaluación de la misma. Y, si llegamos a acuerdos, que esa evaluación se incluya en el proceso educativo como fruto de un trabajo conjunto. Para empezar, podemos hablar, y mucho, de los criterios de evaluación que cada alumno o alumna haya elegido.

También creo que hay un espacio para discutir qué herramientas tIC (con minúscula) usará el alumnado en su trabajo de aula. Porque muchos alumnos y alumnas sabrán usar unas u otras (su PLE, su personal learning environment), pero estará bien ver cómo encajan los PLE entre sí. Y con ello, se transforman en GLE (group learning environment). Y es que no es lo mismo aprender sólo que aprender en sociedad.

El resto del equipo docente también juega…

Porque uno de los objetivos de la metodología es ser transformadora y transformarse. Para eso tiene que estar dotada, no sólo de visibilidad, sino de transparencia (una visibilidad fiable, no tamizada por filtros que la desvirtúen). Así que no bastará con hacerlo. También tendré que contarlo.

¿Y el resto de compañeros de toda Andalucía, España, el mundo…?

¡También juegan! Por supuesto que la transparencia que tenga hacia el equipo docente en el que esté incluido se hará extensiva a cualquier docente, a través de las redes sociales que se estimen convenientes. “Mi claustro es el mundo” es una frase de Jordi Adell recogida en una de las páginas oficiales del Congreso sobre Modelos de Integración de las tIC en el Aula, así que muy mala no debe ser, creo.

Si eres parte de mi alumnado, o de sus familias, quizá quieras echarle un vistazo a alguno de estos contenidos. O quizá no. Quizá estés cansado o cansada de leer esto… Da igual. Déjalo para cuando te apetezca. Este post no se va a ir. Va a quedar aquí como mi compromiso contigo.

21.6.10

Perspectiva educativa I

Hay días en que uno encuentra en la Red aquello que quiere decir pero que por la falta de tiempo, el devenir de la rutina diaria o vaya usted a saber qué, no encuentra ni la manera ni el momento de decirlo, escribirlo y compartirlo en este cuaderno digital, al que tengo un poco abandonado.

Hoy he leído dos cosas, en la misma entrada de un Blog que recomendaré efusivamente, que me han llevado a decir que esto es lo que llevaba tiempo queriendo expresar, y aunque, como decía antes, están en la misma entrada, hoy os dejo este adelanto y mañana pondré el resto.

10.6.10

Educar para la crisis o saber más sobre ella.

La información es esencial para la educación. No podemos formar y educar ciudadanos si no les ofrecemos explicaciones, contenidos, accesso, etc... a diversas fuentes de información y con ella ayudar a generar un nuevo conocimiento.

Os dejo este vídeo, que creo interesante, sobre la tan traída y llevada crisis. Ya me decís.

La crisis: origen, consecuencias y soluciones. Attac TV entrevista a Vicenç Navarro from AttacTV on Vimeo.



28.5.10

Emocionarte.

Este vídeo del maestro Anibal de la Torre me viene a mostrar que la escuela, con sus fallos, sus aciertos, sus silencios y sus ruidos, con su tiza y sobre todo sus chiquillos y chiquillas me sigue emocionando. Gracias Anibal por este rato, que ahora te copio y dejo en mi Pizarrín.

24.5.10

La escuela es "asín" (II)

La maestra, tras una entrevista con la familia, corrobora su diagnóstico. El principal problema del alumno es que está sobreprotegido y no le dejan hacer nada por sí mismo.

De acuerdo con la familia se empiezan a poner en marcha una serie de pautas encaminadas a corregir este problema.

Así que la maestra se sienta con el alumno y le plantea que ya va siendo mayor (7 años) y que debe empezar a colaborar en casa, que puede empezar a vestirse sólo, comer sólo, ayudar a poner la mesa...

Al oir hablar de la mesa el alumno se levanta de un salto y con ojos desorbitados le dice a la maestra:

"¿Poner la mesa seño? ¡Si ya está puesta en el comedor todos los días!"

Encontrarnos luego con lo que nos encontramos...tiene su lógica. ¿Le dejarían paga a este hombre?

23.5.10

Vota por los retos.

Como esto del futuro parece que puede ser definido hoy, un comité de expertos europeos entre los que se encuentran médicos, científicos, arquitectos, cocineros, físicos, humanistas y demógrafos (no he visto docentes, ya se sabe de la importancia de estos, nosotros claro, a cualquier nivel) han comenzado a proponer retos científicos que los ciudadanos de a pie podemos votar para intentar que se hagan los mayores esfuerzos para que estén resueltos en 2030. La iniciativa se denomina Agenda Ciudadana de Ciencia e Innovación y desde este enlace puedes acceder a los retos y votar. Yo aunque lo he buscado no lo he encontrado pero no estaría demás poner un reto de encontrar la fórmula de que nuestros dirigentes fueran cuando menos capaces de llevar a biuen término lo que se encuentren. Aunque creo que eso sí que es hablar del futuro...lejano, cuando no imposible.

Tenéis hasta el día 26 para votar.

17.5.10

Para navegar.

En la siguiente presentación, David Kapuler nos ofrece unos nuevos sitios donde poder acceder dentro de la web y que en educación nos pueden venir muy bien. Podéis encontrar juegos, fotos, programas, y hasta crear tu propio mueseo dentro de un largo etcétera con muchas aplicaciones. Como es larga podéis ir viéndola con tranquilidad. Espero que os sea útil, pero sobre todo que os guste.

Un saludo y buena semana.


12.5.10

Destrozando la literatura.

Leí, hace un par de semanas, el artículo de Rosa Montero publicado el pasado 2 de Mayo en El Semanal de El País.

Como me identifiqué con él pero sobre todo me indigna esta moda del año de... en el que se acaba cogiendo tirria, incluso uno mismo, a un autor o generación, os dejo las reflexiones de la Sra. Montero.

Cómo convertir el ‘Quijote’ en un ladrillo
ROSA MONTERO 02/05/2010

Cada vez que llegamos al 23 de abril, Día del Libro, se nos llena la boca de proclamas de encendido amor a la lectura. Este año también ha sido así, naturalmente, y la fiesta ha mostrado su habitual catálogo de libreros quejosos, editores dolientes, escritores ansiosos de lectores. Somos un gremio algo llorica, el gremio de las letras, y todo el tiempo repetimos obsesivamente la misma canción: tenemos que fomentar el gusto por los libros, debemos inculcar el amor a la literatura en las nuevas generaciones, hay que hacer más lectores. Objetivos que comparto, desde luego, y que me parecen de perlas. El problema es que no sé cómo se compaginan todos esos propósitos tan buenos con los planes de estudio vigentes, que parecen diseñados maquiavélicamente para crear aborrecimiento hacia la lectura.

Para empezar por el principio: siempre me ha parecido una barbaridad obligar a los adolescentes a leer el Quijote. Y no sólo eso: la enseñanza de la literatura en la educación secundaria española es un completo disparate. Por ejemplo, en 3º de la ESO (catorce años) tienen que estudiar el periodo comprendido entre la Edad Media y el siglo XVIII. Chavales que no han leído jamás una novela por propio placer y que no han descubierto todavía que entre las páginas de un libro cabe el Universo, tienen que tragarse por narices el Mio Cid, que no sé si ustedes lo recuerdan o lo han leído, pero que desde luego es considerablemente espeso. “Con el agravante de que los programas de Historia y de Literatura no están coordinados, de manera que se les habla de épocas que ni siquiera han estudiado antes, lo que genera situaciones entre absurdas y grotescas”, dice Fernando López, un joven dramaturgo y narrador (a finales de año saldrá su segunda novela, La edad de la ira) que además lleva cuatro años dando clases de literatura en un instituto.

Hace unos días mantuve con Fernando una larga, instructiva y llorosa conversación: ya he dicho que las gentes de letras somos un poco plañideros. Pero es que la situación es como para soltar lágrimas gordas. Porque además entre estos chicos y chicas que tienen que leer literatura medieval a los catorce años hay numerosos emigrantes con grandes dificultades para hablar en español correctamente. Me imagino que para ellos sumergirse en el Cid debe de ser como aterrizar en Marte. Claro que a los españoles veteranos no les va mucho mejor, porque tampoco entienden una palabra del lenguaje y porque les importa un pimiento ese mundo tan raro y tan ajeno. Por otro lado, los planes de estudio están tan apretados y tan concentrados en cosas como la morfología y la sintaxis que los profesores que quieren dar otros contenidos y recomendar además otras lecturas no tienen casi espacio para moverse. Y encima se ven obligados a luchar contra la burricie de las familias: “Aunque sólo llevo cuatro años dando clase, ya ha venido algún padre indignado a preguntarme por qué su hijo pierde el tiempo leyendo cuando debería estar estudiando”, dice Fernando.

Luego entramos en el Bachillerato y la cosa sigue empeorando. Porque ahí, a los 17 y 18 años, es cuando se tienen que meter entre pecho y espalda el Quijote y La Celestina, dos textos verdaderamente maravillosos pero dificilísimos de digerir a esa edad. Los clásicos son una estación de llegada, no de partida. Hace falta haber leído y haber vivido bastante para poder gozarlos. La obligatoriedad de estas lecturas sólo convierte esas joyas en un muermo espantable, en un plúmbeo recuerdo que será una losa para toda la vida. Para peor, además, existe el general y apabullante consenso de que esos textos son lo mejor de la literatura española. De manera que a los chavales les dicen que se van a leer lo mejor de nuestra literatura y luego les obligan a meterse en vena esos ladrillos. Con lo cual, como señala Fernando agudamente, no es de extrañar que el pequeño porcentaje de muchachos que, a pesar de este tratamiento de shock, desarrollan un amor por la lectura, huyan todos en tropel despavoridos a leer a los autores extranjeros, y que den por sentado que los españoles somos unos pestiños y escribimos de cosas que no guardan relación alguna con sus vidas. En fin, me pregunto quiénes son los responsables de estos planes de estudio demenciales. Y me respondo: gente que no lee y que no ama los libros. De otro modo no se entiende semejante empecinamiento en la catástrofe.







(Ah, no es un cabreo por la bajada del 5%)

4.5.10

Tras otra agresión...dando la cara. Gracias Eneas.

COMUNICADO DIRIGIDO A TODA LA COMUNIDAD EDUCATIVA

El pasado 25 de Marzo sufrí una agresión por parte de un alumno en el IES Saladillo (Algeciras) durante la realización de una actividad complementaria. Este alumno acababa de regresar de una expulsión de dos días por insultar repetidas veces a una profesora del mismo centro.

El día en que se produjo el incidente, el alumno agredió a otro compañero de clase y ocasionó algunos desperfectos materiales, por lo que le comuniqué que debía dirigirse a Jefatura de Estudios. Durante el trayecto el alumno hizo caso omiso de mis indicaciones y me propinó dos puñetazos en el pecho con total descontrol.


Tras la agresión, y el consecuente malestar anímico que me provocó, y a pesar de que me animaron a solicitar una baja laboral, opté por reclamar algo tan lógico como poder acudir a mi puesto de trabajo sin tener que cruzarme con mi agresor. Cuál fue mi sorpresa cuando la Directiva del centro me respondió que con veintinueve días de expulsión sería suficiente.

Durante el tiempo que duró la expulsión del alumno traté de hacer ver al claustro y a la Dirección que estaba en mi perfecto derecho e ineludible obligación de seguir trabajando en el centro en unas condiciones dignas. Cuando solicité una explicación a la inspectora de la zona, del por qué debería seguir conviviendo con el alumno agresor y arriesgarme con ello a seguir sufriendo provocaciones o agresiones una vez finalizado el castigo, ella me explicó que el protocolo seguido por la Directiva era el correcto y que la decisión de la sanción que le correspondía al alumno le compete sólo al Director.

Este pasado Viernes 30 de Abril me vi obligado a despedirme de mi centro debido al regreso inminente del alumno sancionado. Ese día se celebraba un acto en repulsa a la citada agresión. Los profesores expresaron en un comunicado su postura contra la violencia y destacaron la falta de instrumentos que nos facilita la Administración para combatirla. Además de esto, los alumnos del instituto se manifestaron también portando pancartas donde se podían leer lemas como: “¿Por qué se va el agredido y no el agresor?”o“Una agresión = 29 días de expulsión” y sobretodo leyendo un comunicado dónde pedían explicaciones a la Directiva. De esta manera considero que dieron una lección de ética y valor a gran parte del profesorado del centro, que no asumieron como suya mi reivindicación del traslado del alumno sancionado a otro centro como medida no sólo disciplinaria, sino también en prevención de otras provocaciones o incidentes violentos.

No tardó mucho en producirse una muestra de que mi reclamación era justa. Ese mismo día, a la salida del centro, varios compañeros pudieron comprobar como el alumno agresor pateaba mi vehículo y me insultaba repetidas veces.

Os comunico estos hechos con la intención de hacer reflexionar a toda la comunidad educativa sobre los siguientes aspectos:

¿Cómo es posible que una Directiva del centro pueda actuar de una manera tan insolidaria con un compañero y que la Administración lo consienta?

Y en segundo lugar, pero no menos importante, ¿Cuántos incidentes violentos van a tener que producirse para que la Administración tome conciencia de que este Sistema Educativo no puede atender las necesidades –de una forma real- de este tipo de alumnado?

No disponemos de los medios adecuados y suficientes para integrar en el Sistema Educativo a muchos de estos niños problemáticos. La integración social de estos conciudadanos es totalmente necesaria, pero debemos ser realistas, y procurar que ello no signifique graves perjuicios para el resto del alumnado y profesorado.

Creo que los acontecimientos que han motivado este comunicado, son lo suficientemente
importantes como para agitarnos y hacernos despertar de la apatía e inoperancia en la que estamos sumidos muchos docentes y, por supuesto, padres y Administración. Esta es una prueba más de que la sociedad en general debe empezar a movilizarse por mejoras y cambios sustanciales en muchos aspectos de nuestro Sistema Educativo, con el objetivo de conseguir la enseñanza que nuestra sociedad se merece, en donde profesores y alumnos puedan trabajar y crecer en condiciones dignas y en donde la convivencia pacífica y el buen aprendizaje en los centros, no sea una reivindicación y sí una realidad cotidiana.

Eneas Ramírez Cabrera

29.4.10

Un vídeo.

Este vídeo me ha parecido my bueno. Un poco tópico quizá pero me ha hecho sentarme a pensar en muchas cosas. No sé a vosotros.

Corto CINE SOCIAL from David Galán Galindo on Vimeo.

28.4.10

Más.

Dicen que los niños y los borrachos nunca mienten. Viendo este vídeo de George Carlin habrá que pensar que los cómicos, muchas veces, también dicen la verdad. Eso sí, con mucha más gracia.


27.4.10

Enseñar ante la agresión. ¡Qué difícil!


En la página web del CEIP Luis Ponce de Rota, en Cádiz, he encontrado este artículo que firma José Manuel y que suscribo plenamente desde la primera línea hasta la última. Es penoso que nos tengamos que enfrentar a agresiones, insultos, desprecios cada día cuando luchamos por mejorar el futuro de los hijos e hijas de quienes nos agreden. Por eso es tan importante que haya personas como José Manuel, que hablen, que escriban, que nos transmitan lo que de verdad se siente cuando a un compañero, M. en este caso, es agredido, vejado e insultado precisamente por querer que ese comportamiento agresivo no se produzca.


Mi enhorabuena a José Manuel y mi solidaridad con M. Os invito a visitar su web y a dejar un comentario de apoyo. Os lo agradeceré y os lo agradecerán. En momentos como estos es cuando más se necesita un apoyo moral que luche contra ese sospecha latente de "que algo habrá hecho para que le agredan."



Enseñar a ser persona
José Manuel


Sábado, 24 de Abril de 2010


Sí, bajo este título se esconde una diferencia que a menudo nos olvidamos. El ser humano por naturaleza es un animal, pertenecemos al reino animal, pero tenemos una serie de diferencias sobre el resto de las especies animales como son nuestro razonamiento, capacidad para relacionarnos desarrollada, curva de aprendizaje más elaborada, etc..., que hacen que nos alejemos del resto de los animales. Conforme el ser humano hace uso de esas capacidades, adopta una serie de hábitos, acepta y pone en práctica las normas y valores aceptadas por la sociedad en la que convive, se va convirtiendo en persona o ciudadano de una sociedad concreta; en definitiva, se integra y comienza a ser miembro activo de dicha sociedad.

Cuando un ser humano no acepta o asume este tipo de normas, valores, etc.., en ocasiones no escritas, se va alejando del status de persona y se aproxima más hacia esa "otra" especie animal que es el ser humano, hacia sus inicios.

Toda sociedad establece una serie de mecanismos de defensa contra aquellos "supuestos" miembros que transgreden y violentan esos valores a través de unas normas y leyes que deben ser aceptadas por todos sus miembros para poder pertenecer a ella. Cuando uno de esos miembros vulnera esas leyes, se le sanciona o se le aparta del resto de sus congéneres; pero no obstante, se les ofrecen nuevas oportunidades para que se reinserte en ella. El problema deriva cuando el individuo no se integra por más oportunidades que se les dé. ¿Qué hacer? Lo siento, pero no está en mis manos poner en práctica lo que creo que debería hacer la sociedad. ¡Ah, sí! que la administración destine más recursos a estas "personas" (nótese mi sarcasmo).

Soy docente, no echo de menos el método del castigo físico en la escuela, que tuve que soportar, estoy totalmente en contra. Pero si echo de menos una cosa, la semilla que hace que una sociedad sea equilibrada y adulta: los valores y las normas.

Episodios como los acontecidos en los últimos días, no hacen más que confirmarme que en algo estamos fallando, y como miembro de esta sociedad alguna culpa tendré, pero me pregunto: ¿sólo yo?. Desde hace tiempo estamos siendo mirados con lupa, criticados en todas nuestras decisiones, amenazados, agredidos, ninguneados, coaccionados... y ya no sólo por algunos padres y madres, sino hasta por niños que episodios como el otro día han valentonado, con acusaciones de agresiones (se han demostrado totalmente falsas), con faltas muy graves, y subrayo lo de "muy graves", de respeto hacia el profesorado, etc... El profesorado en las escuelas representan la autoridad educativa, al igual que sus padres y madres deberían representar la autoridad en el seno de sus familias; autoridad que cuando estos niños sean mayores se van a encontrar en forma de jefes en los trabajos que desempeñen, en las fuerzas de seguridad, en la administración, en los jueces, etc..., y que al mismo tiempo, cuando sean padres y madres van a tener que desempeñar con sus hijos. ¿Les estamos preparando?.

Estos alumnos/as son el futuro de nuestra sociedad, ¿queremos realmente una sociedad así? Yo no, pero los docentes no podemos ser el puntal de la sociedad; es la familia la que debe desarrollar ese papel, y nosotros detrás o al lado, codo con codo, apoyando si queréis. Pero nosotros no podemos hacer el trabajo de los dos.

El otro día, hablando con un compañero, comentábamos la opinión popular (espero que no sea tan popular): "¡Mira los maestros, qué bien viven, lo mucho que cobran, lo poco que trabajan, las vacaciones que tienen!", y añadíamos: "Y ahora les pegamos ¡y encima se quejan!".

En nuestra sociedad, cuando se produce algún tipo agresión fuera de un centro escolar entre "personas", el agresor es inocente hasta que se demuestre lo contrario. En la escuela, cuando se produce una denuncia, el docente tiene que demostrar su inocencia, no se le presupone inocente, y ya sabemos lo que ocurre cuando hay un menor de por medio. Y aunque salga inocente, la sombra de la sospecha siempre quedará sobre él/ella.

A veces nos podemos equivocar, por supuesto, pero ¿quién no se ha equivocado alguna vez?, y sin embargo, cuando esto se produce sólo faltaría que nos arrojaran a la hoguera. Es cierto que trabajamos con un "material" muy susceptible para los padres y madres como son sus hijos/as ¡lógico!, pero realmente ¿se creen que estamos aquí para maltratar, insultar o humillar a sus hijos/as?. ¡Lo siento, pero a mí no me educaron para eso!

Yo también soy padre de familia, y aún no he visto una falta de respeto en ellos. La semilla se siembra y se cuida, hasta que se haga fuerte, dé frutos y salgan nuevas semillas. Cuando esa semilla se siembra en medio del bosque y no se cuida, las malas hierbas la rodean, los vientos doblan su tallo, sus raíces se descubren por las lluvias, los parásitos se incrustan en su tronco y sus frutos se púdren. Aquí hay que decidir: no valen medias tintas. Cuidemos esas semillas y tendremos un hermoso jardín.

Para leer un libro, hay que tocar las hojas al pasarlas; para escribir en un papel, hay que tocar el lápiz; para enseñar, hay que tocar al niño. El alumno/a es nuestro "material" de trabajo. Tocar la cabeza o el hombro de un alumno como gesto de aprobación por el trabajo realizado, que hacen que el alumno se esfuerce en su trabajo o que le refuerce su autoestima, están desapareciendo hoy en día, estamos perdiendo una valiosa "arma" para favorecer su aprendizaje; y todo ello, por las numerosas malas interpretaciones y problemas que este simple gesto puede acarrear para el docente. Y este es uno de los numerosos ejemplos que hacen que hoy en día la educación se esté volviendo fría y autómata, que desmotivan tanto al alumnado como al profesorado.

Durante los 30 minutos que dura el recreo, todos los alumnos del centro (300 ó 400) juegan, corren, chocan, saltan, ríen, se enfadan, lloran,... se producen caídas, golpes, heridas...; es normal, en casa los hermanos a veces se disgustan, juegan, ríen, lloran, se caen, se pelean, etc..., y no por ello, se pone en duda la capacidad de los padres y madres ni se les denuncia. En el centro, cuando se produce una pelea en el patio, que se desencadena en 10 segundos, en seguida se pone en tela de juicio la actuación del maestro/a. Cuando hay que intervenir en una pelea, a veces no vale con la presencia del maestro, sino que hay que separarlos; y para ello hay que agarrar al niño. Pues este simple hecho, se está convirtiendo en un dilema, ¡Uf, como lo agarre, el niño haga amago de soltarse, y le haga una marquita! chungo, mañana tengo un denuncia o viene Don Papá o doña Mamá a marcarme la cara. O al contrario, ¡Uf, como mire para otro lado y se partan la nariz! chungo, hoy mismo tengo una denuncia por no haberles separado o viene Don Papá o Doña Mamá a marcarme la cara. ¿Qué hacemos? ¿Cómo actuamos? ¡Ah!, luego vas a juicio y el señor juez te advierte: ¡Mucho cuidado con tocar a un niño! Habría que decirle entonces: !Señoría, es que yo no soy panadero!

Nuestro centro, es como una pequeña sociedad, donde sus miembros son nuestros alumnos, sus familias y sus profesores. Esta "sociedad" es una cadena, los eslabones la unen, la hacen fuerte; y cada eslabón que se suma, la hace más larga. ¡Hagámosla fuerte y gigante! ¡Hagámosles personas!

Felicidades atrasadas.

No es que me haya olvidado o no haya querido hacer mención. Es que me parecía un poco repetitivo volver a insistir, otra entrada más, en esto de las celebraciones de dias "D", en este caso del libro.

Tenéis en las entradas antiguas bastantes objeciones a estas celebraciones que inciden, creo yo, en generar a la larga más rechazo que adhesiones hacia lo celebrado.

No obstante, os dejo este vídeo sobre lo último en tecnología para la lectura. Y es que innovarse...