28.6.07

Pringao


Reconozco que veo la TV menos de lo que quisiera, más que nada porque es muy complicado meterse entre pecho y espalda tres horas de una película que sin anuncios comerciales no va más allá de los 90 minutos.

El caso es que ayer, a pesar de anuncios, me quedé viendo una esperpéntica serie nacional, no más esperpéntica que las de importación, sobre unos policías de barrio. Mientras torturaban a uno de ellos o la chica se besaba con música de fondo, la pantalla se reduce y da paso a una publicidad sobre un nuevo concurso: ¿Sabes más que un chico de Primaria?. Siento cierta debilidad por los concursos, pero no especialmente por los que traen a niños; será porque los trato a diario. El caso es que en una de esas paradas de 10 minutos, aparece una publicidad del concurso. Es uno de los de mayor éxito en EEUU, lo cual no es de extrañar porque allende los mares, en una u otra dirección, tienen éxito las ocurrencias más dispares. Aparecen unos niños, vestidos como raperos o algo así, y cara desafiante. Y lo mejor es el final, cuando con un primer plano el anuncio acaba con el niño de marras, desafiándonos y acabando la frase con un "PRINGAO", dirigido supongo a los futuros concursantes y/o teleespectadores del momento.

Esto me lleva a pensar sobre la base del concurso. ¿Qué se valora, la capacidad de saberes más o menos enciclopédicos, o la capacidad de faltar a las más elementales normas de educación?. ¿Se sorprenderá el presentador si le llaman pringao durante el concurso?. ¿Pretende esta cadena tener un marchamo de TV educativoculturalrecreativa, haciendo que el protagonista de su publicidad insulte a los que asisten a esa promoción?

Desde hace años confundimos la familiaridad, la sencillez, la ruptura de encorsetados modos de relación con el entorno, con la chabacanería y la falta de respeto, y de educación, cuando tenemos que dirigirnos a hablar con alguien. Hemos pasado del usted por norma, a el quillo, colega o tío. Ahora damos un paso más y en "prime time", en vacaciones, ofrecemos una nueva forma de dirigirnos a las personas con las que, a lo mejor, compartimos algo, en este caso un concurso, llamándoles "pringaos". Bonita forma de empezar las vacaciones.

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¿ Esos observatorios sesudos de TV no debieran hacer algún tipo de manifiesto ante esto?


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¿No es una forma de generar violencia el uso de estos "adjetivos".

24.6.07

Barbacoas y Tradiciones.



Después de unos días atareado con las tareas propias del final de curso, sin duda los peores días del año, retomo el hilo de escribir en El Pizarrin.

Como habréis observado me he unido a la propuesta que me hace Carmelo, uno de los Blogs que te recomienda El Pizarrin, en la que me pide me una a la campaña pro defensa de las Barbacoas.

Siempre he tenido tendencia a defender aquello que se quiere prohibir, aún cuando en muchos casos no he estado de acuerdo con lo que se quería prohibir. Este es un caso parecido.

Hablar de tradiciones es un poco complicado. Las fiestas de hoy distan mucho de ser lo que la tradición que las ha conservado pretendía. Las ferias de ganado del XIX, nada tienen que ver con los recintos feriales de hoy en día; el espíritu romero de hace, pongamos 60 años, no es ni por asomo lo que aflora en los cortejos de romerías que afloran cada vez más en número y participantes. Y sin embargo todas ellas, ferias y romerías, llevan celebrándose más de un centenar de años.

Por no hablar del Carnaval de Cádiz, tan distinto en formas y desarrollo al de pongamos los años 78/80 del siglo pasado. Y no digamos de cómo era en siglos anteriores.

Es decir, que aunque hayan cambiado en forma y fondo, llevan desarrollándose desde hace muchos años. Y ahora entran las barbacoas. Aunque no soy de Cádiz, llevo viviendo aquí 30 años, lo que me da opción a hablar un poco de la ciudad y sus tradiciones. Ciñéndonos al tema de las barbacoas, es un fenómeno relativamente nuevo, por lo que hablar de tradición me parece un poco precipitado; no negaré que bien pudiera continuar dentro de 100 años, pero por ahora lo dejaremos es un hábito reciente, un rito construido hace unos pocos años. Y digo que lo dejaremos porque otras muchas tradiciones del Trofeo Carranza, que eran inherentes al mismo e incluso fomentadas por las autoridades de la época han desaparecido, como por ejemplo el regalar un saquito de sal a la entrada, o el jugar los partidos en Sábado y Domingo, o incluso más anterior, el dormir al raso en tumbonas destinadas a tal efecto. Por tanto nada debe decirnos que esto es una tradición, al menos por ahora.

Pero puesto que me adhiero a su intento de prohibición, creo debo justificar mi postura.

Cualquier hecho popular que se produzca debe ser un hecho que nos deje una vía abierta para su uso social; el fútbol, el carnaval, los toros, coger el autobús, las barbacoas. Perder la oportunidad de reflexionar y aprovechar estos momentos para que esa masa informe que formamos todos los que alguna vez hemos estado en una de esas circunstancias podamos ver qué hacemos. por qué y para qué, es algo que no podemos permitirnos. Recordar la foto del "Chalet Zapata", de los restos de sofás, inodoros,colillas,... es algo que clama al cielo. Pero quizás la oportunidad se ha desaprovechado. No consiste en prohibir, sino en añadirle nuevos retos a cada celebración. ¿Qué importa salir en el Guinnes de los records en esas circunstancias de paraíso de los restos al amanecer? ¿Por qué no hay propuestas de salir en ese mismo libro como record de limpieza tras la marabunta del pinchito y la sardina? Todo momento debe ser educativo y este es uno de ellos, sobre todo en una ciudad como la nuestra donde los espacios públicos son maltratados constantemente. Por tanto, sí a las barbacoas, pero vamos a proponer una serie de medidas que hagan de la mañana siguiente un lugar mejor que el del día antes.

19.6.07

Tempus Fugit

Nunca he sabido si los cursos pasan más rápido ahora que uno ya va siendo mayor o cuando empezaba y tenía tantas cosas que aprender y hacer.
Tampoco tengo noción clara de cuánto duraban los cursos en mi infancia porque esos recuerdos son muy subjetivos y ya se sabe que uno recuerda sólo aquello que quiere.
Lo que verdaderamente noto es que cada año parece que el tiempo pasa más rápido, que las celebraciones, los famosos Días D..., se suceden casi en cascada, que los alumnos pasan, en un proceso acelerado de crecimiento, delante tuya. Parece que la fiesta de fin de curso de cada año llega antes.
Serán los años, la proximidad de las vacaciones, la burocracia de cada final de curso,... En fin.

16.6.07

Conciertos y Calidad.Educación pública en declive

Leo en uno de los enlaces del Pizarrín, Aulablog21, la siguiente entrada que habla un poco de lo que expuse en la entrada anterior. lee aquí. En el fondo un referente más de cómo lo privado se "vende" mejor y hacia dónde se dirige nuestro actual sistema educativo.

Calidad, Control y Estatuto Docente.


La globalización económica, y por consiguiente cultural y educativa, viene a mostrar su cara más preocupante en las privatizaciones y el control de todas las actividades que realizamos los ciudadanos, cada vez más visibles en todos los aspectos, en el conjunto de los sistemas educativos del mundo. Basta mirar el número de centros concertados y privados que hay y cómo estos no se cierran nunca. Cádiz es un fiel reflejo de ello. En los últimos años se han cerrado varios centros públicos y ninguno concertado, a la vez que se presionó, desde todos los ámbitos, para impedir que el nuevo Carola Ribed, en plena Avenida, fuese un centro grande y de referencia en cuanto a equipamiento y programas, debido a que recortaría previsiblemente el número de alumnos/as de los centros concertados que lo rodean. Legislativamente esto es, grosso modo, una de las características de la Ley Orgánica de Educación (LOE) recientemente aprobada por el parlamento español. Esta ley supone un ataque a la Escuela Pública, porque es una norma que, respondiendo a las políticas privatizadoras que tratan de implantarse en todo el mundo, refleja que la educación, un derecho fundamental de las personas y no un servicio sujeto a las reglas del mercado, es un servicio público que “puede ser prestado por los poderes públicos y por la iniciativa social, como garantía de los derechos fundamentales de los ciudadanos"; cuando la verdad es que la “iniciativa social” es en realidad la empresa privada, concebida para el lucro o el adoctrinamiento, o para ambas cosas a la vez. (Tomado del Manifiesto de los Stes. Contra el Estatuto Docente)
Hasta ahora se nos vendieron los conciertos, en una primera fase de la reforma educativa, como una necesidad que el estado no podía costear; hacer centros nuevos que se dejaban en manos privadas (iglesia católica en su mayoría) a cambio de pagar las plazas creadas con dinero público. Nunca se cuestionó que hubiera en estos centros una segunda fuente de financiación como las cuotas por actividades complementarias, etc… o la no admisión, subrepticiamente claro está, de alumnos/as inmigrantes o con necesidades educativas, lo que supuestamente les daba una mayor calidad de servicios y de educación frente a los resultados de los centros públicos. Y en esta siguiente fase se nos quiere vender que el que los comedores y actividades que realizan los centros, dentro del Plan de Apertura o de familia, sean gestionados por empresas privadas mejora la gestión y la calidad del servicio. Sólo nos queda, espero no asistir a ello aunque no estoy seguro, que nos vendan que el rendimiento en tal o cual centro es mejor (ya han hecho pruebas de diagnóstico por centros) y encomienden a manos privadas la gestión de mejora del rendimiento escolar.
Para ello, para poder controlar qué se hace en cada centro y quién lo hace, se presenta el nuevo Estatuto Docente. Las novedades del Estatuto se basan en la implantación de una “carrera docente” que se sustenta en la promoción de la competitividad entre el profesorado: correr y competir para llegar primero, para obtener tal o cual mérito, para poder cobrar tal o cual retribución; y en la facultad de la dirección de los centros o/y de la inspección educativa para informar favorablemente o no de la evaluación a la que deberá someterse todo el profesorado; si la evaluación es “voluntaria” la carrera se realiza más rápidamente. La “carrera docente” se concreta en un nuevo planteamiento de las actuales retribuciones complementarias, con nuevos componentes del complemento específico, apareciendo los “grados”, que se conseguirán previa evaluación positiva del Profesorado. Entre esos nuevos componentes destacan el de “especial dedicación al centro”, que es de carácter anual y no se consolida, y la introducción de la retribución de la función tutorial, que divide al profesorado e ignora que esta labor es inherente a la tarea de enseñar.
Los méritos para avanzar en la “carrera docente”, para conseguir el grado dependen de criterios tan oscuros o arbitrarios como la evaluación voluntaria de la práctica docente, la asunción de tareas y responsabilidades complementarias, la implicación con la mejora de los resultados del alumnado, a los que hay que sumar “una dedicación horaria especial de carácter estable al centro o servicios educativos”, esto es, se pagará la prolongación de la jornada laboral. En resumen, decir que sí a todo lo que proponga la Administración querrá decir que eres un magnífico profesional y podrás ganar más dinero y podrás promocionar. Ser mínimamente crítico o plantearte los proyectos a ejecutar te condenarán a llevar la marca del insolidario, del raro, y además a cobrar menos y a quedarte en el mismo sitio siempre. Esto se llama calidad.
Ah, para rematar la faena y dentro de lo que todos conocemos como democracia y respeto a los derechos del trabajador, el nuevo estatuto contiene otros dos elementos que van claramente contra la dignidad de los maestros/as como trabajadores. No se reconoce el derecho de las personas que ostentan la representación sindical a intervenir en todo lo concerniente a la defensa de los derechos del profesorado: horarios, ceses, plantillas, baremos… y la posibilidad de que el profesorado pueda ser “degradado” (ay Franquito qué buena fue tu enseñanza con estos que nos dirigen que aún recuerdan el carácter castrense de la vida) con la pérdida de los grados adquiridos, como sanción ante faltas que no se concretan, y esto después de poner a todo el profesorado bajo sospecha con la evaluación voluntaria. Lo dicho, vamos a comprarnos un muelle que, colocado sabiamente en nuestro cuello, siempre diga que sí.

12.6.07

Yo lo hago en 20 minutos... y tú?


Lo reconozco. Soy muy pesado con ciertas cosas, básicamente con aquellas que me importan. Ya en otras ocasiones he escrito sobre cómo la administración, en continuos brindis al sol, convoca, cuando no ordena, multitud de proyectos y convocatorias que vienen cargadas de grandielocuentes y altisonantes objetivos, pero sin recursos, no sólo económicos, que en muchos casos pudieran ser sobrellevados con un poco de imaginación, sino sobre todo con una falta total de recursos humanos, lo que cada vez hace que el profesorado se encuentre sobresaturado de trabajos adicionales a su labor diaria de aula.

No quiero con esto decir que el trabajo del maestro deba reducirse sólo al que realiza en el espacio concreto de su aula; pero tampoco podemos pretender que el maestro sea animador lector en la biblioteca, profesor de educación vial en el patio, artista plástico en el salón de actos, mediador familiar en la tutoría, y todo ello en su jornada de trabajo.

Está muy bien, y es necesario, que la escuela sea un núcleo dinamizador de la sociedad en la que se encuentra, pero para ello no basta la buena voluntad del profesorado. Hacen falta recursos económicos y humanos y cualquier propuesta que se haga debe venir acompañada de estos dos elementos.

Hace un mes, más o menos, nos llegó al centro el borrador de la convocatoria de Proyectos Lectores. Sus objetivos, ya lo dije antes son magníficos y no los vamos a enumerar. Por supuesto el proyecto, como casi siempre, es voluntario, lo que hace que la educación sea igual para todos... los que lo solicitan o acceden al cupo establecido de centros en los que se implantará. Y lo mejor del caso es cómo se va a hacer en el día a día, en ese espacio en el que se mueve El Pizarrín.

Luego de enumerar cómo debe hacerse el proyecto, la inevitable burocracia del papeleo, y de las comisiones que valorarán los proyectos, etc.. se nos presentan las características del coordinador del proyecto, al que se le otorgan funciones como "...participación implicación del profesorado en la elaboración e implementación del proyecto lector y del plan de uso de la biblioteca escolar...coordinación con las personas responsables de la delegación provincial...detección y propuestas de líneas de trabajo...". Y claro para todo ello dispondrá de "...el horario destinado a atender el cuidado y vigilancia de los recreos, así como el horario no lectivo de obligada permanencia en el centro, sin perjuicio de su asistencia a las reuniones que correspondan...".

Para los neófitos en la organización escolar, diremos que el tiempo de recreo es de 30 minutos diarios, de los que hay que descontar el tiempo que tardan los alumnos en recoger y sacar los bocadillos, y bajar al patio. Dejo a la elección del futuro coordinador visitar los baños del centro y/o prepararse/tomarse un cafetito de mediodía. Nos quedaría un total de 20 minutos para el Proyecto lector. En fin, en otras cosas también, dicen, tardamos 20 minutos y nos quejamos menos. ¿O tal vez no?


P.D..-

1.- ¿Quiere decir esto que no es necesario vigilar los recreos? Hay que recordar que los Coordinadores de Coeducación disponen de este horario para esa labor.

2.- En las horas de obligado cumplimiento en las que hay reuniones de Ciclo, Tutorías, preparación de materiales y formación, si es obligado asistir a ellas, ¿cuánto tiempo dispongo para el Plan Lector?

Anda, 20 minutos como cuando...

7.6.07

Usted debe tutearme. (Creo)

Ha creado un debate interesante y curioso en los claustros de nuestros centros, y en la sociedad española en general, la propuesta del Sr. Sarkozy acerca de cómo los alumnos y alumnas debieran recibir al profesor al entrar éste en su aula, y sobre el tratamiento que habría que darle. Propone, el flamante nuevo presidente francés, que los alumnos/as reciban al maestro/a de pie, en silencio, y le traten de Ud. Obviando que el Ud. en Francia y en España tiene un uso muy diferente, lo que puede dar lugar a disquisiciones lingüísticas, creo que la propuesta no es del todo desacertada si matizamos algunos aspectos.

En mi época universitaria se empezó a hacer habitual el tuteo hacia los profesores; sin embargo recuerdo nítidamente cómo una de las profesoras que nos impartían clase no sólo se negó a que se le tutease sino que "por edad, experiencia y sabiduría" requería el trato de Ud., por otra parte el mismo que ella nos otorgaba.

En primer lugar impartir clase tiene algo de teatral; el maestro delante los alumnos miran, el maestro se mueve, cambia el tono, imposta la voz... y en el teatro se guarda silencio antes de empezar la obra, con lo cual creo que el que los alumnos mantengan un silencio cuando entra el profesor no debiera ni tan siquiera plantearse, debiera darse por hecho, mas como sabemos que, por desgracia, no es así, bienvenida sea la propuesta. Lo de estar de pie, bien pudiera obviarse.
La edad, la experiencia y la sabiduría ( de todos, alumnos y profesores) bien puede considerarse un grado y por tanto un elemento que facilite el uso del Ud., aunque en una educación infantil que el alumno de 3 años diese este tratamiento a su "seño",y viceversa, parece que rompería el tono general que se busca en esta educación, si bien no estaría de más que en ciclos posteriores este uso se generalizase, por ambas partes, como una forma de matizar dónde está cada uno y cómo interactuar desde sus posiciones, desde un respeto formal y desde un respeto hacia el trabajo mutuo. En resumen, cómo desde una posición, de alumno o profesor, se puede acceder a la contraria y volver a la nuestra según las circunstancias; interactuar sabiendo dónde estamos , quiénes somos y cómo debemos hacer. El problema pudiera venir al plantearnos si los alumnos y maestros sabemos "usar" el trato de Ud.

Evidentemente un trato u otro no garantizan el respeto. Cada día vemos, u oímos, a personajes públicos llamarse de Ud. faltándose al respeto a cada frase. No es eso. Me refiero al hecho constatable de que nuestros niños y jóvenes, y cada vez más adultos, utilizan el mismo tono y tratamiento para todas las esferas en las que se mueven, con lo que podría darse el caso de que nos hablásemos de Ud. sin que nada haya cambiado. Por tanto, creo que lo primero que debiera explicarse, desde las familias en primer lugar, es que cada persona en su trabajo es necesario respetarla, de palabra y hecho, y en primer lugar ese respeto debe estar en la propia casa. Luego ver que el tratamiento que usemos no puede ser el mismo con el compañero de pupitre que con el taquillero del cine, pongo por caso, y digo esto porque aunque de cara a la galería todos somos muy campechanos, la sociedad de fuera de los colegios y las familias, demanda un trato jerarquizado en el día a día. Pensad en el resultado que tendríamos en una entrevista de trabajo si "colegueamos" con el entrevistador, o una vez dentro de una empresa tratamos al jefe como a nuestro compañero de piso. Esto se educa, se adquiere en el día a día, pero ojo empezando por las familias y continuándolo en los centros. Por tanto recibamos de pie, pero con precaución las propuestas de allende los pirineos.

6.6.07

El negocio de las competencias básicas.

Hoy me quiero permitir una licencia. En otras ocasiones he comentado artículos publicados en prensa referentes al mundo educativo. Hoy voy a colocar, tal cual, todo el artículo "El negocio de las competencias básicas" de Beatriz Quirós Madariaga responsable de Política Educativa de la Confederación de STEs-intersindical.El artículo ha sido publicado en la web del sindicato Ustea, al que tienes acceso desde la barra lateral. Es largo pero muy interesante, si os interesa deteneros a pensar en lo que, educativamente, la Administración va a vendernos como la panacea frente al fracaso escolar.

La introducción de las llamadas «competencias básicas», como eje central del proceso de enseñanza-aprendizaje en nuestro ordenamiento educativo pretende cambiar las reglas del juego educativo para preparar a la sociedad a un nuevo cambio promovido por instancias supraestatales, como la Comisión Europea y los distintos grupos de presión vinculados a intereses económicos alejados de las necesidades de la sociedad. Se trata de poner la educación al servicio de los intereses del mercado, formar ciudadanos sumisos y adaptables a las necesidades de los empresarios, avorecer el «espíritu emprendedor » y olvidar la formación de una ciudadanía crítica.
Los STEs rechazamos firmemente la supeditación de la enseñanza a criterios conomicistas.
Por ello nos movilizamos en contra de la LOE y advertimos a la ciudadanía en general de las consecuencias sociales que una Ley como esta podría acarrear. Estas consideraciones teóricas que llevamos denunciando desde hace años, se plasman en la propuesta de Enseñanzas Mínimas para la nueva Educación Primaria y Secundaria, que actualmente están desarrollando ahora las comunidades autónomas.
Competencias básicas Los Reales Decretos sobre Enseñanzas Mínimas para la Educación Primaria y para Secundaria se centran en el concepto de competencias básicas, pero hay que señalar que los diversos borradores que precedieron al texto definitivo de la LOE no introdujeron la mención hasta casi el texto final, enmendado por la Confederación de STEs-intersindical. No encontramos justificación de tal cosa sino que se da por supuesta la bondad de este nuevo enfoque educativo y por ello todo se basa en el desarrollo de las citadas competencias y en la contribución que las diferentes materias aportan a su adquisición. Pero, en realidad, ¿qué son las competencias básicas antes llamadas destrezas?, ¿qué soporte pedagógico tiene dicha introducción? Se parte de la idea de que dado el horizonte cambiante al que el actual alumnado se deberá enfrentar cuando alcance la edad adulta, es imprescindible formar ciudadanos flexibles y que puedan ser roductivos y empleables durante más tiempo (véase el reciente aumento a 67 años de la edad de jubilación en Alemania). Esta idea de «flexibilidad» es determinante en ese mundo futuro para el que se prepara a nuestros jóvenes. Dado que los conocimientos se vuelven rápidamente obsoletos o incluso inútiles, de lo que se trata es de dar mayor importancia a las llamadas competencias (antes destrezas) que hacen que la futura mano de obra sea adaptable y flexible, capaz de cambiar de empleo cuantas veces sea necesario. Esa es la razón por la que la Comisión Europea y Gobiernos como el español promueven un cambio sustancial en la organización de los sistemas educativos.
Estas competencias o destrezas no son algo nuevo. Lo novedoso es la importancia central que se les da, llegando a suplantar a cualquier otra consideración metodológica. Se admite como verdad universal que cada asignatura debe contribuir a reforzar tal o cual competencia, sin haber explicado el porqué y dejando de lado los conocimientos que tradicionalmente eran tenidos en cuenta a la hora de diseñar las propuestas educativas. Esto, claro está, no es inocente. Se trata de poner a la educación al servicio de las empresas, que como vemos un día sí y otro también, se permiten sentar cátedra en materia educativa: propuestas como la vuelta al sistema de aprendices, reivindicaciones acerca de una Formación Profesional adaptada a las necesidades de los empresarios sin ninguna consideración por las necesidades de la sociedad, la universidad debe estar al servicio de los intereses de las empresas, las carreras que no sean «rentables» deben desaparecer…

¿Equidad en la enseñanza? Las competencias básicas constituyen, en su conjunto, la cualificación que asegura el acceso a los nuevos empleos no cualificados. Así, al hablar de la equidad en la enseñanza, cuando se trata de garantizar las enseñanzas mínimas y las competencias básicas que se necesitan para lograr el éxito en una sociedad se está hablando en realidad del acceso a esas competencias y a esos empleos de poca cualificación. No se trata de democratizar la enseñanza garantizando que cada cual pueda alcanzar un alto grado de instrucción ni unos conocimientos amplios, sino de que los futuros trabajadores dispongan de unas competencias básicas para ser empleables en la pretendida «sociedad del conocimiento », que todos los jóvenes sean «utilizables» en el nuevo mercado de trabajo, para evitar una subida de los salarios y garantizar que la base de los asalariados se acomode sin problemas a su situación. Cuanta menos formación reciba un futuro trabajador, menor será su salario y menor será su capacidad de defender condiciones laborales y salariales dignas. Por lo tanto, se comprende que las decisiones acerca del currículo vayan en la idea de lo que el antiguo presidente italiano Silvio Berlusconi decía sobre las tres «Ies» que debían marcar todo el sistema educativo: Internet, Inglese, Impresa. Para ello, es necesario reforzar al máximo las materias instrumentales y por ello se deben dejar de lado cuestiones de poca importancia para garantizar la «empleabilidad» y «flexibilidad» de los futuros trabajadores, como la música o el dibujo. Y cuando se habla de reforzar idiomas, se habla de promover el inglés,abandonando los segundos idiomas que venían ocupando un lugar importante en la formación del alumnado. El caso de los idiomas es significativo: ya no se trata de que el alumno o alumna valore lo que supone conocer una lengua extranjera y aprecie la civilización de la que esa lengua es vehículo. Ahora basta con que los chicos y chicas adquieran unos rudimentos mínimos que les permitan emigrar y «apañárselas » para sobrevivir. De la evaluación al ranking La introducción de las evaluaciones de diagnóstico y la creación de clasificaciones entre alumnado y entre colegios o institutos serán una realidad imparable si se aplican tal cual. Las evaluaciones llevadas a cabo en comunidades como la valenciana o la madrileña y los titulares de los periódicos en los días posteriores a su publicación muestran la intención: medir y cuantificar los resultados del alumnado y de las escuelas para poder hacer clasificaciones de los mismos de cara a «orientar » a las familias a la hora de llegar a la «libre elección» de centro. Esto conllevaría la realización de evaluaciones basadas en exámenes tipo test, con «ítems» susceptibles de aparecer en una tabla a la que se le adjudiquen valores inmediatos. A su vez, este tipo de evaluación pervertiría todo el sistema pedagógico ya que de ser así el profesorado deberá enfocar su trabajo de cara a la superación de las pruebas de diagnóstico como está ocurriendo en países como Inglaterra, con nefastas consecuencias incluso en la salud mental de los docentes. Y en el caso de que estas tendencias prosperen, como se veía claramente en los borradores de Estatuto Docente, estas evaluaciones pueden acabar teniendo repercusiones en los salarios del profesorado y en su vida laboral. Véase como muestra lo que está ocurriendo ya en el ámbito universitario.

Dicho esto, hemos de denunciar la actitud de algunas CCAA que aprovechan por ejemplo la ambigüedad en el trato a la enseñanza de la religión en el Real Decreto de Enseñanzas Mínimas (promoviendo en la materia alternativa currículos que nada tienen que envidiar a los que desarrollaban la LOCE), o que eliminan de sus currículos las cuestiones democráticas referentes a identidades sexuales o a los derechos de la mujer. Esperemos que al menos en estas cuestiones el Ministerio de Educación no permita que la ideología más retrógrada se cuele en las aulas y así impida que se defraude la Ley, en los pocos aspectos positivos que tiene. Y esperemos también
que el espíritu emprendedor, la «flexibilidad » y los rankings no den al traste con el trabajo del profesorado que se empeña día a día en proporcionar a sus alumnos y alumnas horizontes culturales y de vida más allá de la zafiedad de los medios de comunicación y entretenimiento destinados a los jóvenes, la cual, por cierto, genera enormes beneficios económicos a muchas empresas y perjuicios a la inmensa mayoría de la sociedad.

4.6.07

TBO


Desde que puse la entrada homenaje a D. Marcial Lafuente me ronda en la cabeza hacer otro pequeño homenaje a un tipo de literatura, igual que la de D. Marcial, minusvalorada por todos. Me refiero a los tebeos. Reconozco que nunca fui un “buen” lector de tebeos porque, lejos de mantener una cierta “disciplina de lectura semanal” con ellos, siempre los usaba como sustituto de otras lecturas que, por razones de espacio tiempo y dinero, no poseía. Mis primeros tebeos llegaron a mis manos cuando la crisis que acabó con ellos empezaba a dejarlos tocados, y por tanto mis tebeos ya tenían portada en color y buen papel, lo cual no deja de ser contradictorio, pero como en tantas otras cosas las renovaciones poco pensadas, sobre todo en contenidos, no siempre resultan beneficiosas. Al igual que las novelas del oeste, o de Corín Tellado, podíamos cambiarlos en el quiosco por muy poco dinero aunque, en honor a la verdad, había pocos tebeos y los que había estaban bastante deteriorados.

Recuerdo que una de las cosas que más me gustaba leer era la sección “De todo un poco”, en la que se mezclaban proezas de atletas, escritores, exploradores, o gentes de cualquier condición, con datos de altura de montañas o longitud de ríos, o descripción de hechos fantásticos, cosas irrelevantes pero que nos hacían ver una realidad muy diferente a la nuestra. Por supuesto me encantaba Carpanta y ZIPI y Zape, o aquel Agamenón que cerraba siempre con aquello de “igualico igualico quel defunto su agüelico”, y cómo no Rue 13 del Percebe. En el fondo los tebeos de entonces tenían una variedad tal de personajes en cada número que podíamos perfectamente buscar un parecido con alguno de ellos entre nuestros convecinos. Yo disfrutaba enormemente con ello, y muchos parecidos encontré, aunque siempre fueron un lujo interior.

No obstante lo más sorprendente de este asunto es que ojeando, ojeando, resulta que la revista TBO vendía allá por el año 1952 la friolera de 370000 ejemplares semanales, lo cual viendo los índices de analfabetismo y de acceso a los medios culturales hacen de esta cantidad una cifra a tener en cuenta. Porque claro si a ello le añadimos los que los leíamos de segunda mano, la cifra puede llegar al medio millón de lectores ¡¡¡semanales!!!. Ni Harry Potter hoy día.

Piensan muchos padres que los niños nacen lectores, o no, y que por tanto este misterioso gen que les predispone, o no, hacia la lectura se desarrollará por sí mismo de acuerdo con unas ignotas leyes de la genética. Sin embargo esto no es así, evidentemente. Y digo esto porque, como he repetido en El Pizarrín varias veces, las campañas de animación a la lectura son ahora, más que una moda, una especie de tren de progreso al que todos debemos subirnos. Y todas ellas dejan de lado la perspectiva que una campaña no deja de ser un cúmulo de actividades, más o menos brillantes, que cumplen un cometido momentáneo y que luego, como los anuncios, desaparecen. Sin embargo la existencia de un material de lectura atractivo y apropiado para los que se inician en ella es mucho más efectivo, y económico, que tantas y tantas campañas. Si en 1952 una publicación como TBO era capaz de vender (la piratería entonces era cosa de Salgari y Errol Flinn) 370000 ejemplares a la semana, era porque ofrecía un producto atractivo. No me vale la excusa de la TV, los ordenadores y videojuegos. Entonces la calle lo era todo y aún más. Ni siquiera la lectura o la formación eran un valor en el descampado de juego, como hoy tampoco parece que lo sea. Simplemente el TBO era un modo de acercarnos a otros mundos, de reconocernos en una realidad inventada pero cercana. Hoy día, con editoriales vendiendo libros hechos como productos que trabajan tal o cual eje transversal del currículo acaban con esa frescura que el TBO tenía y en la muchos, a veces, bebíamos, sin necesidad de campañas.


P.D.:
Los datos del número de lectores están extraídos del siguiente libro: RAMIREZ DOMINGUEZ, J. ANTONIO: La historieta cómica de postguerra. Madrid, 1975. Cuadernos para el Diálogo.

2.6.07

Culturilla de andar por... clase.

Ahora que empieza el calor y llega el final de curso, nada mejor que recordar alguno de los disparates que nos hacen reir a los docentes y alos que no lo son. Sí, ya sé que falta aquel que cada uno hizo algún día y del que siempre quiere olvidarse, pero estos no están mal.

¿Cómo no se dieron cuenta antes?


Un poco de humor viene bien siempre.

1.6.07

El Norte está lleno de frío...


... y siempre llueve en Domingo. Así rezaba una canción, del grupo Ilegales, que me sirve de pretexto para hablar de resultados aunque tal vez debiera decir competencias. A ver, me pregunto lo siguiente: Si en Finlandia tienen un 23% menos de horario lectivo que en España, y los niños empiezan su escolaridad un año más tarde, ¿ cómo es que obtienen los mejores resultados educativos europeos?

Pensemos. Puede ser por el frío que hace allí e impide que los niños se concentren (recordemos la entrada sobre las condiciones de nuestros centros), pero me parece que como sus centros están muy bien acondicionados, pues no creo que sea esto. Aunque claro, como la calle aún no la han acondicionado no pueden salir, y en consecuencia no pueden perder el tiempo en la calle y sus resultados son espléndidos. Tampoco va a ser esto porque aquí cada vez hay menos niños en la calle y más delante de las videoconsolas o chats.

Me parece que me he propuesto una ardua tarea. Quizá si pudiese analizar si las familias se ocupan de la educación de sus hijos como tarea primordial, o la ceden a la escuela, si las autoridades permiten, con medidas reales de conciliación laboral y familiar, que las familias puedan estar con los hijos en el horario que éstos lo necesitan, y el esfuerzo y la exigencia educativa fueran reales… a lo mejor esto era Finlandia. Que tampoco estaría bien, digo yo