Ayer, 4 de Diciembre, los políticos de la Comunidad anduvieron de celebración a cuenta del trigésimo aniversario del Pacto de Antequera en el que se acuerda el inicio de la petición al gobierno de adherirse al modelo autonómico por el artículo 151 de la Constitución.
Mucho ha llovido desde entonces y puede que la lluvia oculte ciertos sentidos de la historia. No voy a escribir un panfleto político, pero sí me gustaría reflexionar sobre cómo la Historia y cómo se enseña puede desvirtuar la labor de lo que se hizo en un momento o devolver distorsionada la propia visión de un mismo hecho.
Si habéis pinchado en el enlace veréis que el 4 de Diciembre, pero del 77, toda Andalucía salió a la calle a pedir lo que luego los políticos acordarían en ese Pacto, muriendo en Málaga un estudiante, J.M. García Caparrós, en una manifestación.
Es a partir de ahí cuando los políticos, al más puro estilo medieval, se reparten los papeles para no perder poder. Mientras los nacionales (UCD, PSOE, AP) firman una cosa en Madrid, sus extensiones regionales piden otra. Ahí está la dimisión de Manuel Clavero, la huelga de hambre de Escudero, etc... De esta forma nunca perderían. Si salía el 151 triunfo a nivel local; si salía el 143 triunfo nacional.
Por eso la educación debe dotarnos de una forma de procesar, de leer entre líneas, de necesidad de investigar, que nos haga tener una visión amplia de los sucesos que nos rodean. De esta forma habría que haber homenajeado a esos millones de andaluces que hace 31 años salieron a la calle y "obligaron" a los políticos a conquistar un modelo de futuro, y no tener que ver sólo a unos cuantos señores y señoras autootorgándose méritos que en verdad no les corresponden, al menos no tanto como dicen.
A lo mejor si recordáramos aquella efervescencia veríamos que hoy, lejos de conquistar vivimos para no perder. Al menos en educación.
P.D.
¿Qué habra sido de esos 11 partidos que firmaron el Pacto?
0 comentarios:
Publicar un comentario