7.6.07

Usted debe tutearme. (Creo)

Ha creado un debate interesante y curioso en los claustros de nuestros centros, y en la sociedad española en general, la propuesta del Sr. Sarkozy acerca de cómo los alumnos y alumnas debieran recibir al profesor al entrar éste en su aula, y sobre el tratamiento que habría que darle. Propone, el flamante nuevo presidente francés, que los alumnos/as reciban al maestro/a de pie, en silencio, y le traten de Ud. Obviando que el Ud. en Francia y en España tiene un uso muy diferente, lo que puede dar lugar a disquisiciones lingüísticas, creo que la propuesta no es del todo desacertada si matizamos algunos aspectos.

En mi época universitaria se empezó a hacer habitual el tuteo hacia los profesores; sin embargo recuerdo nítidamente cómo una de las profesoras que nos impartían clase no sólo se negó a que se le tutease sino que "por edad, experiencia y sabiduría" requería el trato de Ud., por otra parte el mismo que ella nos otorgaba.

En primer lugar impartir clase tiene algo de teatral; el maestro delante los alumnos miran, el maestro se mueve, cambia el tono, imposta la voz... y en el teatro se guarda silencio antes de empezar la obra, con lo cual creo que el que los alumnos mantengan un silencio cuando entra el profesor no debiera ni tan siquiera plantearse, debiera darse por hecho, mas como sabemos que, por desgracia, no es así, bienvenida sea la propuesta. Lo de estar de pie, bien pudiera obviarse.
La edad, la experiencia y la sabiduría ( de todos, alumnos y profesores) bien puede considerarse un grado y por tanto un elemento que facilite el uso del Ud., aunque en una educación infantil que el alumno de 3 años diese este tratamiento a su "seño",y viceversa, parece que rompería el tono general que se busca en esta educación, si bien no estaría de más que en ciclos posteriores este uso se generalizase, por ambas partes, como una forma de matizar dónde está cada uno y cómo interactuar desde sus posiciones, desde un respeto formal y desde un respeto hacia el trabajo mutuo. En resumen, cómo desde una posición, de alumno o profesor, se puede acceder a la contraria y volver a la nuestra según las circunstancias; interactuar sabiendo dónde estamos , quiénes somos y cómo debemos hacer. El problema pudiera venir al plantearnos si los alumnos y maestros sabemos "usar" el trato de Ud.

Evidentemente un trato u otro no garantizan el respeto. Cada día vemos, u oímos, a personajes públicos llamarse de Ud. faltándose al respeto a cada frase. No es eso. Me refiero al hecho constatable de que nuestros niños y jóvenes, y cada vez más adultos, utilizan el mismo tono y tratamiento para todas las esferas en las que se mueven, con lo que podría darse el caso de que nos hablásemos de Ud. sin que nada haya cambiado. Por tanto, creo que lo primero que debiera explicarse, desde las familias en primer lugar, es que cada persona en su trabajo es necesario respetarla, de palabra y hecho, y en primer lugar ese respeto debe estar en la propia casa. Luego ver que el tratamiento que usemos no puede ser el mismo con el compañero de pupitre que con el taquillero del cine, pongo por caso, y digo esto porque aunque de cara a la galería todos somos muy campechanos, la sociedad de fuera de los colegios y las familias, demanda un trato jerarquizado en el día a día. Pensad en el resultado que tendríamos en una entrevista de trabajo si "colegueamos" con el entrevistador, o una vez dentro de una empresa tratamos al jefe como a nuestro compañero de piso. Esto se educa, se adquiere en el día a día, pero ojo empezando por las familias y continuándolo en los centros. Por tanto recibamos de pie, pero con precaución las propuestas de allende los pirineos.

2 comentarios:

Chapu Apaolaza / Francisco Apaolaza dijo...

Bueno, yo trataba en el liceo francés (en San Sebastián) a los profesores de usted. De hecho, les tratábamos de Monsieur, madame o mademoiselle. Nadie lo obligaba, creo, aunque tampoco nadie los tuteaba nunca. Era así, sin más. Realmente, la educación que recibí no estuvo mal y desde luego quedaba lejos de tradicionalismos. Creo que nos enseñaron tolerancia, espíritu crítico, respeto a las creencias basado en el laicismo más absoluto del centro... Creo que en Francia es distinto. Los códigos de respeto/imposición/autoridad moral responden a otros parámetros, pero algo tendrá que ver. Claro, que lo decida el président y no cada profesor...

Pepe dijo...

Comparto contigo, perdona el tuteo, el tipo de educación. En mi escuela todos tratábamos al maestro de Ud. sin que nos planteáramos, al menos yo no lo recuerdo, otro trato diferente. La decisión,en este caso, nos venía impuesta por el entorno y nosotros la aceptábamos como aceptábamos el coscorrón. Lo que me preocupa es que sean las autoridades las que deben hacer ver que algo está afectando al trato diario en las escuelas. Es seguro que es más profunda la razón de estos conflictos, y que es más fácil buscar temas "light" que entretengan a la sociedad y la distraigan de lo realmente preocupante. El plantear el tuteo o no, puede ser un caso de este tipo. No obstante por algo se empieza. Gracias por tu visita.